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Reseña de “Crónica de una sociedad intoxicada” de Joan Ramon Laporte

Joan-Ramon Laporte es una de las figuras más importantes de la farmacología en Europa. En 2016, la revista Pharmacoepidemiology and Drug Safety le solicitó un artículo de opinión porque se cumplían 50 años del evento que se considera el inicio de la farmacovigilancia en el mundo: el desastre de la talidomida y las acciones posteriores de los gobiernos.

En este artículo, en una de las mejores revistas del mundo del ámbito, Laporte esboza las hipótesis que, de forma divulgativa, expone en su libro “Crónica de una sociedad intoxicada”. A saber: el uso intensivo y extensivo de los medicamentos (más dosis de la necesaria, más tiempo del necesario, más indicaciones de las demostradas sólidamente) causa una daño directo (eventos adversos) e indirecto (accidentes de tráfico, caídas, ..) de tal magnitud que los fármacos se han convertido en una de las principales causas de muerte, enfermedad y discapacidad en el mundo. Esta desoladora conclusión supone un gigantesco fracaso social, que debe ser especialmente difícil de reconocer para un académico y científico que ha dedicado su vida a estudiar, investigar, enseñar e impulsar la farmacología y la farmacovigilancia.

En todo caso, Laporte plantea el texto como una hipótesis de trabajo. Partiendo de datos científicos, el autor pretende, sobre todo, generar reflexión para la acción:

“El consumo inadecuado y excesivo de fármacos es un problema de dimensiones globales, que requiere una acción científica, ética, médica, política y legislativa en el ámbito local y nacional y en el internacional. Salud, atención sanitaria y medicamentos son bienes colectivos. Que por lo tanto deben ser objeto de debate público. Este libro pretende aportar elementos de reflexión desde la óptica de un farmacólogo clínico. Seguro que pueden ser muy enriquecidos por las aportaciones de otros farmacólogos, otros profesionales sanitarios, pacientes, epidemiólogos, historiadores y filósofos de la ciencia, psicólogos, juristas, activistas, sociólogos, economistas, y quizá algún político”

Es decir, su punto de partida es la perplejidad, primera acción intelectual de todo buen científico y Laporte es, sobre todo, un científico que sigue manteniendo su capacidad para “perplejarse” y defendiendo que la misión más importante de la ciencia no es conocer por conocer sino conocer para actuar y mejorar la sociedad. Eso pretende su libro.

En los 10 primeros capítulos Laporte explica qué son, cómo se han descubierto, cómo actúan y cómo se investigan los medicamentos que consumimos. Incide en el concepto de “bala mágica”, un término creado por Paul Ehrlich, médico investigador alemán que descubrió la toxina antidiftérica y el primer medicamento útil para la sífilis a principios del siglo XX y que estaba convencido de que toda enfermedad acabaría teniendo una terapia química específica, que curaría las enfermedades abordando su etiología básica, sin afectar al resto del organismo. Este mito ha inspirado la investigación farmacológica desde entonces:

“Una bala mágica es perfecta para curar una enfermedad y no tiene efectos adversos. Actúa de manera selectiva sobre un receptor bioquímico, repara su función, y así alivia los síntomas de la enfermedad, incluso puede curarla. Lamentablemente, solo los antibióticos, las vitaminas y la insulina y otras hormonas se acercan al concepto de bala mágica, pero son más bien excepciones, excepciones e imperfectas”

El problema es que este mito -escasísimo, como son los mitos- se sigue invocado como un poderoso eslogan publicitario, un totem de tecnología ficción con enorme capacidad para generar sobrevaloración social y, lo que es peor, clínica, es decir, de los profesionales responsables de su utilización:

En nuestra sociedad el modelo de la bala mágica es invocado a menudo, de manera implícita o explícita, para describir la supuesta o esperada efectividad de los fármacos, vacunas y otras intervenciones médicas. Expresiones como «nuevas dianas terapéuticas», «selectividad de acción», «efecto a nivel molecular» y otras son convertidas en eslóganes de los materiales de promoción comercial. Es una retórica convincente. Muy a menudo en medicina la ignorancia aparece disfrazada de lenguaje mágico y arcano, la pátina que la cultura médica necesita para decidir que se encuentra ante una verdadera innovación

Esta fantasía simplificadora de la existencia de una supuesta farmacología de precisión contrasta con la realidad que Laporte denomina “terapéutica en perdigonada”:

“En sentido estricto, no hay ningún medicamento que sea una bala mágica. Hay algunas intervenciones que se le acercan, pero no muchas. Con mayor o menor intensidad, los fármacos se unen a numerosos receptores, aparte del que es presentado como único y específico. Cada uno de estos receptores forma parte de una vía bioquímica o fisiológica, en la que intervienen muchos otros receptores. Además, cada receptor contribuye al funcionamiento de varias vías. El resultado es que cada fármaco produce una amplia variedad de efectos fisiológicos, los cuales además tienen un efecto en cascada sobre otras vías. La condición de la especificidad, por lo tanto, no puede ser satisfecha”

La inmensa mayoría de los medicamentos más consumidos en la actualidad están lejos de ser balas mágicas aunque siempre son vendido como tales y, lo que es peor, con demasiada frecuencia, insistimos, utilizados como si lo fueran. Laporte cita un artículo científico que demostró, por ejemplo, propiedades antibióticas de fármacos no antibióticos que van desde el omeprazol a algunos antiinflamatorios.

Por otra parte, los medicamentos se utilizan como si las enfermedades fueran monocausales. Otra simplificación que igual que la especificidad de la bala mágica está muy lejos de la realidad: la complejidad biológica, especialmente en las enfermedades crónicas, siempre implica una insuficiencia básica de la terapéutica farmacológica lo que inevitablemente se traduce en una enorme incertidumbre sobre la eficacia de la intervención.

Estos mitos fundadores de la farmacología son tremendamente importantes para Laporte:

“El modelo del fármaco bala mágica que llega adonde tiene que llegar y allí practica una reparación precisa es una idealización. No obstante, esta metáfora ha guiado gran parte de la investigación farmacológica en los últimos 100 años, y es utilizada de manera abusiva para la promoción cultural y comercial de los medicamentos, porque tiene muchos atractivos. Aunque es simplificadora, parece sencilla. Es fácil de explicar con mensajes cortos y anuncios publicitarios. Es un potente incentivo financiero, porque las balas mágicas se pueden producir a gran escala y son fáciles de distribuir y de vender, si se las compara con las intervenciones de carácter social y económico o con las modificaciones de hábitos vitales, que no son patentables, ni fáciles de producir, distribuir y vender”

Pero, en este fenómeno social que es el medicamento, la incertidumbre no solo es biológica. Lamentablemente hay que añadirle la incertidumbre que implica la falta de fiabilidad de los estudios científicos que avalan su utilización. Hace cuatro décadas, como parte de la revolución neoliberal que lideraron Thacher y Reagan, se decidió políticamente que la investigación, especialmente la clínica, fuera financiada por compañías privadas. Permitir que la empresa que va a beneficiarse de la venta de un producto sea la que financie la investigación de ese producto para justificar su uso no parece una idea muy inteligente. Laporte explica de forma muy amena el poder del placebo y cómo las compañías lo utilizan hábilmente -junto con la manipulación de la metodología científica utilizada para justificar la eficacia de los medicamentos, el ensayo clínico- para obtener casi siempre los resultados deseados.

Este grave proceso de traición sistemática al espíritu de la ciencia se ve reforzado por la captura que las empresas farmacéuticas han hecho de toda la cadena del conocimiento, no solo de su producción sino también de su publicación, divulgación, síntesis, enseñanza y aplicación en el momento de la prescripción.

El libro, a pesar de estos aspectos que pueden parecer muy técnicos, es muy ameno porque el autor elige medicamentos comunes para ilustrar tanto los procesos de investigación como las consecuencias de su sobrepotenciada, a través de las complejas estrategias de marketing de la industria, utilización posterior.

A las consecuencias de esa utilización intensiva de los medicamentos dedica Laporte los capítulos centrales del libro, quizá los que han despertado más interés y polémica y los que, precisamente, ilustran su título:

“En 2022 en España se hicieron 1.100 millones de recetas a cargo del sistema sanitario público (23 recetas por habitante). A esta cifra hay que añadir unos 270 millones de envases dispensados en las farmacias y no financiados por el sistema público. Son mayoritariamente medicamentos que no necesitan receta, de manera que podemos decir que, por término medio, cada ciudadano consumió unas 29 cajas o envases de medicamentos al año, sin contar las recetas hechas en los hospitales. El grupo de medicamentos de mayor consumo es el de los analgésicos (131 millones de envases), seguido de los medicamentos para la hipertensión arterial (102 millones), los fármacos para el colesterol (82 millones), los ansiolíticos y los hipnóticos (77 millones), el omeprazol y similares (74 millones) y los antidepresivos (53 millones). De cada 10 ciudadanos, tres toman algún psicofármaco, tres toman un omeprazol, y dos un medicamento para el colesterol”

Los datos son abrumadores por su dimensión, especialmente entre las personas mayores. En relación con los psicofármacos, por ejemplo:

“De cada dos personas mayores de 70 años, una (generalmente una mujer) recibe algún psicofármaco cada año. En esta franja de edad, una de cada cuatro personas toma un fármaco para la depresión, también una de cada cuatro toma un medicamento para dormir, y una de cada diez toma un neuroléptico. Muchas consumen dos o tres psicofármacos de manera simultánea”

Es discutible la eficacia de la mayoría de los psicofármacos pero es obvio su exceso (por lógica parece imposible poder afirmar que la mitad de las personas ancianas necesiten medicamentos para alteraciones mentales) y su riesgo:

“Los psicofármacos causan problemas de atención y de memoria y dificultad para tomar decisiones, y esto se debe a que con su consumo continuado se les han acumulado concentraciones altas de estos fármacos en el sistema nervioso. Muchas personas en estas situaciones mejoran de manera espectacular si se les retira gradualmente esta medicación”

“Muchos médicos“, afirma el autor, “lo consideran una especie de dopaje mental: creen ayudar a las personas mayores y solas con estos medicamentos, pero en realidad las intoxican

Actualmente casi un 10% de la población en España consume cinco medicamentos o más de manera concomitante y continuada. Entre las personas mayores de 70 años, la mitad toma cinco medicamentos o más. Si consideramos a los mayores de 65 años, de cada 100 personas hay 30 que toman seis medicamentos o más de manera concomitante (con amplia variabilidad entre comunidades autónomas, desde 15 en el País Vasco hasta 40 en Murcia).

La polimedicación es un riesgo por si misma:

“cuando se toman varios fármacos a la vez se pueden producir interacciones entre ellos, es decir, que un fármaco puede modificar el efecto de otro: aumentándolo, con posible toxicidad, o disminuyéndolo, con pérdida de su efectividad. El problema es que las interacciones entre fármacos se estudian por pares: se evalúa, generalmente en voluntarios sanos y jóvenes, si el fármaco A modifica los efectos del fármaco B, y viceversa. Muy raramente se evalúan las interacciones entre tres fármacos. No hay estudios en los que se hayan evaluado las interacciones entre cuatro medicamentos tomados de manera concomitante. Una persona que tome más de cuatro fármacos tiene muchas más probabilidades de sufrir alguno de sus efectos adversos que la suma de probabilidades propia de cada fármaco por separado”

Gran número de esos medicamentos son prescritos de forma inadecuada o porque no han demostrado eficacia (mucolíticos, antiespasmódicos, medicamentos para la demencia o la artrosis, y también fármacos para las varices venosas, vasodilatadores cerebrales..), o porque no están indicados (por ejemplo, “en Cataluña cada año se prescriben estatinas casi a un millón de personas, pero solo pueden obtener un efecto beneficioso como máximo unas 150.000, según los resultados de los ensayos clínicos. Las otras 850.000 se exponen a tener problemas musculares, diabetes o hepatitis, entre otras complicaciones, sin sacar provecho alguno”) o porque se dejan puestos más tiempo del necesario (a veces de forma indefinida sin ningún sentido)

Las consecuencias son graves. Por ejemplo, Laporte infiere de estudios epidemiológicos, que en España, “podría haber entre medio millón y ochocientos mil ingresos hospitalarios causados por efectos adversos de medicamentos” cada año, entre un 13-16% de todos los ingresos.

El balance es terrorífico:

“En Cataluña cada año los efectos adversos de los medicamentos causan como mínimo 100.000 ingresos hospitalarios, unos miles de muertes dentro y fuera de los hospitales, 3.000 hemorragias graves, más de 2.400 fracturas de cuello de fémur, unos centenares de neumonías, unas decenas o centenares de cánceres, unos centenares de casos de fibrilación auricular, centenares de casos de diabetes, miles de personas con disfunción sexual, miles con dolores musculares, un número indeterminado de episodios de violencia y agresión, de infarto de miocardio, de falsos diagnósticos de demencia, de suicidios…”

Si se multiplican estos números por seis o por siete se podrán tener cifras aproximadas para el conjunto del Estado. Afirma:

“Si hace 50 años el principal reto de los sistemas sanitarios era garantizar el acceso universal a la atención, ahora, en los países ricos, su principal reto terapéutico es retirar la medicación innecesaria a la gente”

El problema del mal uso de los medicamentos va a ir a más no a menos:

“Los patrones de consumo desmienten que la medicina que se practica esté basada en las mejores pruebas: domina la prescripción de medicamentos inútiles y de medicamentos con efectos cosméticos sobre pruebas de laboratorio. La polimedicación injustificada crece, espoleada por las recomendaciones, guías de práctica clínica y protocolos inspirados en una medicina basada en pruebas inspiradas (a su vez) por la industria, que nos supone a todos iguales y uniformes”

El profesor Laporte llega a recomendar una serie de preguntas de salvaguarda que todo paciente debería hacer a su médica ante cualquier prescripción:

” ¿Cuál es el objetivo del tratamiento? (Quizá lo que es un objetivo importante para el médico no lo sea para usted). ¿Ha comprobado que la dosis que me receta es la adecuada para mí? ¿Sería más prudente comenzar con una dosis más baja e ir viendo cómo va? (Algunos médicos tienden a recetar la misma dosis a una persona de 45 kg que a una de 85. Pregunte si la dosis es adecuada para su peso). ¿El medicamento que me receta es compatible con los que ya estoy tomando? ¿No puede ser que uno anule el efecto de otro? ¿O que por el contrario lo potencie excesivamente? ¿Hasta cuándo está previsto que dure el tratamiento? Y si no me lo puede decir, ¿dentro de cuánto tiempo nos veremos para evaluar cómo ha ido y para decidir si continúo con este fármaco?”

La sobreutilización de fármacos no solo es un problema de salud pública también de sostenibilidad del sistema:

“Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2021 el gasto sanitario público total fue de 87.941 millones de euros. El gasto en medicamentos fue de 20.939 millones (12.809 en recetas dispensadas en farmacias y 8.408 en medicamentos de dispensación hospitalaria). Es decir, que en España la factura farmacéutica del sistema sanitario público fue de un 25,7% del gasto sanitario total”

Este peso de los medicamentos en el gasto público sanitario es más del doble del que dedican países como Dinamarca, Suecia o Países Bajos (entre 10.-11%) que no están precísamente peor que nosotros de salud.

Un problema complejo, por tanto, que requiere soluciones complejas. A describir los elementos claves y potenciales soluciones dedica Laporte el último capítulo:

  • demasiada oferta
  • inteligencia del sistema en manos de la industria
  • mala gestión
  • sobrevaloración de los pacientes
  • malas condiciones de trabajo de los profesionales
  • conflictos de interés
  • falta de una política del medicamento

Laporte lo tiene claro:

“Un uso más prudente (menos fármacos, dosis de algunos más bajas) y más ajustado a las necesidades individuales de cada paciente y al contexto social también contribuiría a evitar la enfermedad y la muerte causadas por medicamentos, así como el coste que esto supone para nuestro sistema sanitario, que es el principal responsable de promover un uso saludable de los medicamentos. Si los sistemas sanitarios seleccionaran los fármacos que necesitan y evitaran los inútiles y los superfluos, también se evitarían muchos EAM (efectos adversos de medicamentos) innecesarios. Si tuvieran mecanismos destinados a comprobar la seguridad de los fármacos que seleccionan, por ejemplo, por una vigilancia intensiva de los primeros 1.000 o 10.000 pacientes tratados y si decidieran en consecuencia, se evitarían muchos EAM innecesarios. Si se constituyeran en observatorio permanente y crítico de los patrones de prescripción y consumo de medicamentos, se evitarían muchos EAM. Si los médicos prescriptores recibieran información y formación no suministradas por las compañías farmacéuticas o personas interpuestas, se evitarían muchos EAM innecesarios. Si se evitaran los conflictos de intereses con compañías farmacéuticas entre los profesionales y los gestores de los sistemas sanitarios, se evitarían muchos EAM. Además, estas actuaciones y otras ayudarían a optimizar los tratamientos necesarios, y multiplicarían su efectividad. No veo otras vías para evitar la paradoja de que el sistema sanitario se convierta —si no lo es ya— en uno de los principales causantes de enfermedad”

Tenemos un problema grave que no es solo una cuestión de mejor ciencia o más control por parte de la administración. Es un problema, en su origen, cultural. En mi opinión, una especia de respuesta tecnologizada, socialmente deseada, al universal miedo a la muerte:

“Para el conjunto del sistema sanitario y para la sociedad, el consumo de fármacos simboliza el deseo y la capacidad de modificar el curso «natural» de las enfermedades. Los temores y las incertidumbres alientan el pensamiento mágico. Medicamentos y vacunas son un símbolo de esperanza ante el miedo y la incertidumbre y, a menudo, son objeto de ritos de falsa prevención o falso tratamiento de problemas inexistentes o infrecuentes. De manera más general, son objeto del ritual de confianza ciega en el progreso y la ciencia. Pero más allá de sus efectos beneficiosos y adversos, el consumo de medicamentos es una característica cultural: es un reflejo de las esperanzas que la sociedad deposita en la capacidad de la medicina para preservar la salud y para curar o aliviar la enfermedad, y de manera más general también es reflejo de lo que cada sociedad entiende como salud o como enfermedad”.

Un libro, en definitiva, necesario y riguroso pero también entretenido y saludable. Saludable porque puede cambiar la relación entre pacientes y sus fármacos de manera que tengan una visión más equilibrada de su utilidad. Escrito, como ha sido, por un científico y académico que ha dedicado toda su vida al medicamento, que ama, por tanto, la farmacología, tiene especial relevancia como testimonio que no deja de ser el de un fracaso. El abuso en el uso de los medicamentos en nuestro sistema sanitario no es algo irremediable. Leer al profesor Joan Ramon Laporte es una de esas pocas señales de esperanza que todavía nos quedan.

El próximo miércoles día 4 de diciembre, en el Centro Cultural Puertas de Castilla de la ciudad de Murcia, tendremos la oportunidad de conversar largo y tendido con el autor. Para no perdérselo.

Abel Novoa es médico de familia y presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia

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La revolución generalista

El pasado día 19 de noviembre, el periódico La Verdad de murcia publicó este artículo del presidente de ADSP-RM, el Dr. Abel Novoa. Lo reproducimos a continuación

“Es extraño ver a los sindicatos de los funcionarios protestar porque parece peligrar el sistema Muface. Eso no es defender la salud porque el modelo tiene importantes efectos negativos. El primero es la selección adversa: las aseguradoras privadas, cuando la cosa se complica con enfermedades graves y costosas, “expulsan” a los pacientes hacia el sistema público donde llegan como “paracaidistas” ya que no se conoce nada de ellos y esto supone una desventaja. El segundo efecto negativo: los mutualistas acceden directamente a las “especialistas”, es decir, no tienen una médica o enfermera de familia que los atienda. Y esto es un problema trascendente. Desde el punto de vista poblacional se ha comprobado que las organizaciones sanitarias centradas en la asistencia especializada, es decir, sin atención primaria como Muface, tienen mejores resultados si se consideran los indicadores biológicos de control de enfermedad como, por ejemplo, el nivel de colesterol o el de azúcar. Sin embargo, la salud de la población es peor y se consigue de forma menos eficiente que si el sistema cuenta con atención primaria. ¿Cómo puede ser? Dos razones: el resultado en salud, especialmente en enfermos con varias patologías crónicas, no depende tanto del control de cada una de las enfermedades como de la visión integral de una profesional de primaria que sepa, junto con la persona, qué es conveniente en cada momento. Si a los enfermos les atiende una especialista para cada enfermedad, esta visión global falta y nadie vela por la relevancia de las intervenciones. Algo puede estar indicado desde el punto de vista de los protocolos, pero no ser oportuno considerando la situación compleja del paciente. Sin una profesional de atención primaria los enfermos tienden a tomar más medicamentos, hacerse más pruebas o sufrir más intervenciones no estrictamente necesarias lo que, finalmente, genera peores indicadores de salud. La segunda razón. La salud no es la ausencia de enfermedad sino tener capacidad para llevar una vida satisfactoria a pesar de las enfermedades. Estar sano implica saber/poder mantener el delicado equilibrio entre cargas -como las que conlleva la vida diaria y las propias de los tratamientos y recomendaciones profesionales- y recursos, como el nivel educativo, económico, personalidad, apoyos sociales. Cuando esa estabilidad se pierde, la persona es incapaz de auto-cuidarse y usar adecuadamente los dispositivos asistenciales con lo que la salud empeora todavía más. El contrapeso entre cargas y recursos es individual ya que los factores que contribuyen al mismo son biológicos, pero también psicológicos, económicos, culturales y relacionales, es decir, personales y contextuales. Cada uno está sano a su manera y saber cómo ayudar a los enfermos requiere una interpretación compleja personalizada que es mucho más difícil que aplicar un protocolo. Por eso la longitudinalidad, es decir, tener una misma médica de familia durante al menos tres años, lo que facilita el conocimiento personal y contextual, reduce las visitas a urgencias e ingresos un 13% y las muertes un 8%. Si son 15 años de longitudinalidad, los beneficios se multiplican por tres. Por si esto fuera poco, hay importantes evidencias científicas, como las que examina el best-seller “Compassionomics”, que demuestran que la calidad de la relación clínica, como la que es posible en el contexto de la atención primaria, es una hard tech, es decir, mejora por sí misma el resultado de muchas enfermedades como traumatismos, infecciones, heridas o la diabetes. Estos sorprendentes hallazgos tienen explicación. La neurociencia y las ciencias de la complejidad, como la network medicine, explican de forma sólida las inter-relaciones entre mente y cuerpo y entre el contexto psico-social y la fisiopatología de las enfermedades. Hay datos científicos que demuestran que dolencias como el dolor lumbar crónico (la principal causa de discapacidad en el mundo), la fibromialgia, los malestares emocionales o los síntomas físicos persistentes (como el colon irritable, la cefalea o los mareos en las personas mayores), mejoran a través de enfoques clínicos generalistas basados en relaciones terapéuticas de confianza que, con técnicas de comunicación y apoyo, consiguen reprocesar la sintomatología a nivel cerebral aprovechando la plasticidad neuronal. En los últimos 15 años, el desarrollo científico ya no es solo reduccionista/especializado sino también complejo/generalista. Su aplicación a las patologías emergentes, especialmente la cronicidad, los malestares emocionales y los síntomas físicos persistentes, cuenta con evidencias robustas que instan urgentemente a priorizar políticas que atiendan los determinantes sociales de la salud (como la pobreza, la vivienda, el empleo, el medio ambiente, la educación), que establecen las condiciones de vida, pero también la posibilidad de una atención individualizada a través de una relación clínica estable y de calidad, capaz de integrar las variables biológicas, psicológicas, relacionales, sociales, culturales o ambientales. No poder beneficiarse de estos avances científicos es injusto para los mutualistas de Muface y, en gran medida, para los pacientes del sistema público ya que las condiciones del desempeño en atención primaria impiden desplegar todas las potencialidades terapéuticas del generalismo”             

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Informe ADSP-RM Listas de Espera (junio 2024)

RESUMEN EJECUTIVO

  1. Datos negativos y/o que empeoran:
    • La Consejería de Salud de la Región de Murcia vuelve a suspender en la gestión global de las listas de espera: 4,8 puntos sobre 10.
    • Uno de cada tres murcianos vive en un área de salud con una deficiente gestión de listas de espera
    • Empeoran los tiempos medios de espera quirúrgicos, de pruebas complementarias y el número de personas que superan los tiempos máximos respecto al corte de junio de 2023
    • Casi 3 de cada 4 personas en lista de espera o superan el tiempo máximo o no tienen cita asignada
    • Hay tres áreas de salud que suspenden globalmente su gestión de listas de espera (II, III y V)
    • Hay un empeoramiento de la inequidad territorial en la atención sanitaria en la Región de Murcia. Por ejemplo: una persona de Lorca que tenga que operarse esperará casi el doble (114 días) de tiempo que una de Caravaca (61 días). Una persona de Yecla esperará más del triple para una consulta externa (155 días) que una persona que viva en Alcantarilla (41 días). Una persona de Puerto Lumbreras esperará una prueba complementaria casi tres veces más (46 días) que una que viva en Cieza (14 días).
    • Las áreas III y V siguen siendo un agujero negro en la gestión de las listas de espera sin que haya habido mejoras sustanciales (el área V presenta incluso peores resultados) respecto a diciembre de 2023. Es urgente un plan de choque y que se depuren responsabilidades políticas y gestoras.    
  2. Datos positivos y/o que mejoran:
    • Mejoran discretamente el número total de personas en espera, las demoras medias en consultas externas, el número de personas sin cita o de pacientes atrapados en listas de espera colapsadas. Esto permite mejorar la puntuación global en la gestión regional en 0,2 puntos  
    • Hay mejoría en la gestión del área II, aunque sigue suspendiendo globalmente. Dos áreas que suspendían su gestión en diciembre de 2023 (VIII y IX) consiguen un aprobado justo   

Introducción

El tiempo medio de espera, al contrario de lo que opina el Consejero de Salud de la Región de Murcia[1], es uno de los principales factores utilizado por los ciudadanos para evaluar el funcionamiento del sistema público sanitario e influye de forma importante en la calidad percibida de las actuaciones profesionales[2]. Por ejemplo, el 83% de las personas teme que su patología empeore mientras espera su turno para ser atendida[3]. De igual modo, se ha demostrado que las esperas influyen en la valoración de las intervenciones sanitarias: ante un mismo desempeño, los ciudadanos perciben los resultados de las intervenciones médicas como peores cuanto más tiempo hayan tenido que esperar[4].   

Indudablemente las listas de espera son una herramienta fundamental para planificar los servicios sanitarios y ordenar a los enfermos. Todos los sistemas sanitarios públicos tienen listas de espera. No tenerlas supondría que habría profesionales y dispositivos desocupados en ciertos momentos. Pero cuando el tiempo medio de espera es excesivo se producen graves efectos indeseables como empeoramiento de la patología y prolongación del sufrimiento, inequidades en el acceso, deterioro de la calidad asistencial, incremento de costes sanitarios y erosión de la confianza ciudadana en el sistema de salud[5]. Se ha estudiado la percepción de las personas en lista de espera[6]. Aspectos como información proactiva de los tiempos por la institución, disculpas explícitas por los retrasos y ofrecer vías de rescate si la patología empeora durante la espera son tan importantes como acortar al máximo los tiempos.

Todas estas razones justifican el esfuerzo de la ADSP-RM por analizar los tiempos de espera ofrecidos por la Consejería de Salud introduciendo elementos de análisis que ayuden a la ciudadanía a valorar tanto el desempeño del sistema de salud en términos de rendimiento (efectividad y eficiencia) como de calidad en la gestión, es decir, si se está haciendo todo lo posible para que la experiencia de la espera sea el mejor posible.

Resumen global

Con fecha 26 de julio la Consejería de Salud de la Región de Murcia publicó las listas de espera correspondientes al corte de junio de 2024.

Globalmente, los datos hechos públicos, comparamos siempre con las cifras de junio de 2023 (ver Tabla 1 arriba), señalan una discretísima mejoría, aunque, como veremos, la Consejería de Salud sigue suspendiendo en su gestión:

  • En cirugía: existe un 3,5% más de enfermos esperando (34.247 vs 33.062) respecto a junio de 2023. El tiempo medio de espera también es peor pasando de 88,07 días a 91,95 (3,88 días más). El número de personas que esperan por encima de los 150 días garantizados de igual modo se ha incrementado un notable 21%, pasando de 5.305 a 6.638 personas (19,3% de las personas en espera). Por especialidades, el empeoramiento más importante ocurre en traumatología (10,93 días más de espera media), otorrinolaringología (14,15 días más), urología (20,83 días más), dermatología (10,54 días más), cirugía vascular (27,56 días más) y cirugía cardiaca (7,97 días más).
  • En consultas externas: se reduce ligeramente en un 2,8% el número total de personas en espera (111.567 vs 114.713), el número de personas que superan el tiempo máximo garantizado (50 días) que pasa de 63.573 a 61.275 personas (un 3,7% menos) (54,9% de las personas en espera superan el tiempo máximo) y la espera media que pasa de 94,73 días en junio de 2023 a 85,93 en junio de 2024 (reducción de un 9,3%). Sin embargo, se incrementa un 1,1% el número de personas en espera sin fecha asignada pasando de 31.903 a 32.249 personas. Es decir, ha empeorado el número de personas sin cita que actualmente supone el 28,9% del total (un año antes era ligeramente menor, 27,8%). Estos datos suponen un duro golpe a la credibilidad de las cifras: desconocemos la espera en consultas externas de casi 1 de cada 3 personas y, por tanto, las cifras medias globales y en las áreas con peor transparencia no son creíbles.  
  • En pruebas complementarias: el número total de personas en espera se reduce un 14,3% (pasa de 65.677 hace 1 año a 56.315 en junio de 2024). Sin embargo, la espera media empeora en casi 4 días (un 13,2%) pasando de 25,69 días a 29,59 así como el número de personas que esperan por encima de los tiempos garantizados (30 días) que pasa de 8.255 a 14.612 (empeoramiento del 43,6%; el 25,9% de las personas en espera superan el tiempo máximo). En relación con las personas sin cita asignada existe una considerable mejoría ya que se ha pasado de 53.380 personas no citadas en junio de 2023 a 34.165 (un 36% menos). El número de personas sin cita asignada en pruebas complementarias sigue siendo muy elevado: un 59,4% con lo que, igual que en consultas externas, las demoras medias no son fiables ya que casi 6 de cada 10 pacientes están sin citar.

En definitiva, leve mejoría de las demoras medias en consultas externas, pero empeoramiento en cirugía y pruebas complementarias. También hay un esfuerzo por evitar que haya personas sin cita asignada, pero siguen existiendo tasas escandalosamente elevadas tanto en consultas externas (28,9%) como en pruebas complementarias (60,6%).

Hay 202.129 personas que se encuentran en una lista de espera en junio de 2024 en la Región de Murcia (11.323 menos que en junio de 2023; un 5,4% menos): 82.523 superan los tiempos máximos garantizados por la propia consejería (supone un 40,8% del total) y 66.414 no tienen cita asignada (32,8% del total). Es decir, globalmente el 73,6% de las personas en lista de espera o superan el tiempo máximo o no saben cuándo serán citadas, cifra que nos parece muy negativa. Hay que reconocer leve mejoría en el número de personas en lista de espera, espera media y número de personas sin cita.

Listas de espera en colapso

En el Informe previo (correspondiente a diciembre de 2023) introdujimos una innovación metodológica que era destacar aquellas especialidades o pruebas que considerábamos se encontraban en una situación de colapso con cifras de demora y personas sin cita por encima del doble del tiempo máximo garantizado y del 50% respectivamente. Señalar estos agujeros negros no tenía otra intención que mostrar dónde, a nuestro juicio, debían hacerse los máximos esfuerzos de gestión. Nos alegra poder decir que esa situación grave -que afectaba a 27.066 personas en consultas externas (22,3% del total) y 7.592 en pruebas complementarias (12,7% del total)- ha mejorado, aunque no desaparecido, afectando especialmente a las áreas de salud III y IV. En la Tabla 2, podemos ver globalmente personas en listas colapsadas según el tipo de lista de espera y su comparativa con diciembre de 2023.  

Tabla 2: Personas colapsadas por tipo de lista de espera (comparativa con diciembre de 2023)

Tipo de lista de esperaJunio de 2024Diciembre de 2023Diferencial (en %)
Consultas externas17.36527.066-35,9%
Pruebas complementarias66537592-12,4%
TOTAL24.01834.658-31%

En la Tabla 3 podemos ver consultas y pruebas colapsadas por área de salud a fecha de junio de 2024 y su comparativa con diciembre de 2023.

El número de personas atrapadas en listas de espera colapsadas ha disminuido globalmente un 31%, pasando de 34.658 a 24.018. La reducción ha sido fundamentalmente en consultas externas (-35%) donde hay 9.701 personas menos en listas colapsadas y lideran la reducción las áreas de salud II y VIII. El Área V ha empeorado sus resultados en este indicador un 20% (1804 pacientes más en listas colapsadas) y el Área IV que empeora un 18,2% aunque con números absolutos pequeños (180 personas más). El Área de Salud III (Lorca), aunque ha mejorado sus números, tiene el 52% de los pacientes que se encuentran en listas colapsadas en la Región y junto con el Área V (30,6%) suponen el 82,6% del total.

Tabla 4: Número de personas* en listas de espera colapsadas por especialidad o prueba complementaria (ordenadas de más a menos; solo las 10 primeras)

EspecialidadNúmero de personas colapsadas
Rehabilitación5895
Ecografía5262
Traumatología3946
Oftalmología2808
Dermatología2519
Urología1227
Neumología872
Colonoscopia766
Gastroscopias328
Reumatología307
*Se cuenta solo aquellas que no tienen cita y están en lista de espera colapsada

Los pacientes en listas colapsadas (Tabla 4) están en especialidades relacionadas con el aparato locomotor, oftalmología y dermatología, así como en endoscopias digestivas

Datos por Áreas de Salud

Las cifras medias suelen ser poco informativas ya que los extremos tienden a moderarse y hay áreas de salud con mucho mejor resultados que otras. Por eso lo importante es analizar las cifras en cada territorio para tener una visión cabal del tamaño del problema y su distribución (Ver Anexo 1 para analizar en detalle. Resumen en la Tabla 5). Como podemos ver, siguen existiendo importantes diferencias territoriales.

Tras una ponderación cualitativa[7] y cuantitativa[8] de los resultados en cada área de salud, consensuada entre los miembros de la Junta Directiva de la ADSP-RM, la valoración global de la gestión de las listas de espera por parte de la dirección de cada área de salud, junto con la realizada en diciembre de 2023, puede verse resumida en la Tabla 6.

En la Tabla 7 podemos ver cómo queda el ranking y compararlo con el de diciembre de 2023.

En la Tabla 8 analizamos puntuaciones obtenidas en la gestión regional por tipo de lista de espera

Tabla 8: Puntuación global y global por tipo de lista de espera, comparando con diciembre de 2023

 JUNIO 2023DICIEMBRE 2023
LEQ6,96,3
LEC3,62,6
LEPC4,14,7
GLOBAL4,84,5

Se pueden extraer varias conclusiones:

  1. Globalmente la Región de Murcia sigue suspendiendo en la gestión de sus listas de espera (4,8 puntos), fundamentalmente debido a los malos resultados del área II y los pésimos de las áreas III y V. Hay mejoría en la gestión de las listas de espera quirúrgicas (0,6 puntos) y, sobre todo, consultas externas (1 punto). La puntuación empeora con las pruebas complementarias (0,3 puntos), en gran medida debido al gran número de enfermos sin cita. Sin embargo, a pesar de esta discreta mejoría, tanto consultas externas como pruebas complementarias siguen suspendiendo globalmente en su gestión 
  2. Seis áreas de salud mejoran resultados; tres (áreas IV, V y VII) los empeoran. Las áreas que más mejoran su gestión global son el área I (1,2 puntos), área VI (0,5 puntos), área II (0,4 puntos) y áreas VIII y IX (0,2 puntos), lo que les permite aprobar en su gestión
  3. Tres áreas siguen suspendiendo globalmente en su gestión: II, III y V. El área II y III han mejorado respecto al corte de diciembre de 2023 aunque sus muy malos resultados previos no permiten el aprobado en la valoración. El área V ha tenido un importante empeoramiento de 0,8 puntos en una tendencia francamente negativa. Esta situación establece una inequidad territorial grave que afecta a 529.941 personas que viven estas áreas de salud (35% de la población murciana)
  4. Tanto el área III como la V muestran unos resultados pésimos que ameritan un plan de choque inmediato que cambie una tendencia muy negativa y sin señales claras de que exista capacidad para cambiarla.   

Valoración general

Las listas de espera son un indicador fundamental para valorar la gestión del sistema público. No solo tienen que ver con el funcionamiento de los servicios hospitalarios sino también con la atención primaria. Un primer nivel sobrepasado por la demanda tiende a derivar más enfermos y colapsar las consultas externas. Además, pone de relieve la salud institucional: una organización que da cuentas con frecuencia y hace balances equilibrados, pidiendo excusas en las áreas con peor gestión y proponiendo planes de mejora, muestra respeto por la ciudadanía y preocupación por el sufrimiento de las personas que se encuentran en espera de ser atendidas6.

En los diferentes Informes que ha publicado la ADSP-RM analizando los datos ofrecidos por la Consejería de Salud se repiten varios problemas que persistentemente siguen sin ser solucionados, a la vista de los nuevos datos:

  1. Falta de rendición de cuentas: los datos se ofrecen cada 6 meses cuando muchas CCAA lo hacen cada menos tiempo. Además, normalmente, las cifras se suelen ofrecer con retraso. La actualización periódica y sin dilaciones de los datos de espera se ha vinculado a una mejor percepción de las demoras. Es decir, rendir cuentas muestra respeto por la ciudadanía y manda una señal de que “hay alguien al mando”. El último corte ofrecido por la Consejería atañe a los datos de junio con un decalaje de “solo” 2 meses (el anterior fue de 6 meses). Aunque la frecuencia sigue siendo escasa al menos los últimos datos están relativamente actualizados en este Informe
  2. Análisis institucional no realista: En las Notas de Prensa que acompañan a la publicación de las cifras se hace siempre una lectura triunfalista de los datos. Se hizo con el pésimo corte de diciembre de 2023 y se repite con el menos malo del junio de 2024. Por eso la labor de escrutinio público que hace ADSP-RM es especialmente importante. Como henos visto, reconocer áreas de mejora y pedir excusas mejora la percepción durante la espera6. Nada de esto ocurre con la Consejería de Salud[9]. En la entrada en internet que acompaña la difusión de los datos de junio se enfatiza la actividad realizada (son grandes números que no dicen nada ya que lo importante son los resultados) y compara esperas no comparables (junio de 2024 con diciembre de 2023). Además del titular, en el cuerpo del texto destacan cifras de consultas externas pasando por encima cuando estas son peores en cirugía y pruebas complementarias si comparamos con junio de 2023. No reconocer el grave problema que sigue existiendo con las personas sin cita asignada, el crecimiento de las personas que superan los tiempos máximos en toda la Región (ha aumentado un 6,6% respecto a junio de 2023) o los persistentes malos datos en las áreas II y III, así como el empeoramiento en el área V, no parece demasiado respetuoso con la ciudadanía.   
  3. Déficit de transparencia: La espera media en la Región está sistemáticamente falseada debido al importante número de personas que no tienen cita en la fecha de la publicación. En el actual Informe, 1 de cada 3 personas en espera no tienen cita asignada. Ciertamente se ha realizado un esfuerzo notable en pruebas complementarias, con un 36% menos de personas sin cita asignada, aunque se ha incrementado el número en consultas externas (Tabla 9).

Tabla 9: Número de personas sin cita asignada por tipo de lista de espera (junio de 2024 y junio de 2023)

Tipo de listaPersonas sin cita 
 Junio de 2024Junio de 2023Diferencial
LEQ000
LEC3224931903+346 (+1,1%)
LEPC3416553380-19215 (-36%)
TOTAL6641485283-18.869 (-22,2%)

Esta situación falsea completamente las esperas medias de consultas externas y pruebas complementarias cuyos datos reales son sin duda bastante peores (cuando un área de salud mejora el porcentaje de pacientes citados, empeora la demora media sistemáticamente). Que existan enfermos sin cita es una anomalía que va en contra de las propias directrices del SMS y, en nuestra opinión, impone un sufrimiento innecesario a los miles de personas que viven esperando una llamada telefónica que les comunique cuándo les toca.

Pero la falta de transparencia no ocurre solo con las personas sin cita. Hay grandes agujeros informativos en los Informes. Desconocemos demoras en salud mental (tanto psiquiatría como psicología), atención primaria, fisioterapia de atención primaria o de unidades hospitalarias (como pie diabético, coloproctología, mama, columna lumbar, mano, pie, rodilla…). También sería fundamental conocer proporción de las citas que en cada prueba/especialidad son adjudicadas en centros privados/concertados.   

4. Problemas de equidad territorial: Las diferencias entre áreas de salud, siguen siendo muy importantes como vemos en la Tabla 5. La puntuación global sobre la gestión del área IV es más del doble que las de las áreas III o V. Esto significa no solo peor gestión de la oferta (consultas, quirófanos o pruebas) sino también de la demanda (derivaciones desde atención primaria u hospitalaria). Por poner algunos ejemplos gráficos: una persona de Lorca que tenga que operarse esperará casi el doble (114 días) de tiempo que una de Caravaca (61 días). Una persona de Yecla esperará más del triple para una consulta externa (155 días) que una persona que viva en Alcantarilla (41 días). Una persona de Puerto Lumbreras esperará una prueba complementaria casi tres veces más (46 días) que una que viva en Cieza (14 días). No es admisible que las listas de espera generen ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda dentro de una comunidad autónoma uniprovincial y con escasa dispersión. Tampoco que existan diferencias en la gestión tan notables y que además rompen el discurso de la consejería de Salud en relación con que las áreas periféricas tienen más problemas para conseguir profesionales. El área IV sigue encabezando la puntuación regional y es igual o más periférica que la III o la V.     

5. Demoras excesivas: sigue habiendo un porcentaje elevado de personas que esperan por encima de los tiempos máximos garantizados. Las demoras medias pueden estar por debajo del máximo garantizado gracias a que en un área determinada hay especialidades con tiempo especialmente cortos que rebajan esperas medias. Por eso, el dato clave para valorar los tiempos de espera es el número de personas que superan los tiempos máximos garantizados.

Tabla 10: Personas que superan los tiempos máximos en junio de 2024 y diciembre de 2023

Tipo de listaPersonas que superan tiempos máximos 
 Junio de 2024Junio de 2023Diferencial
LEQ
(150 días)
66385305+1333 (+21%)
LEC
(50 días)
6127563573-2298 (-3,7%)
LEPC
(30 días)
146128255+6357 (+43,6%)
TOTAL82525771335392 (+6,6%)

Como vemos en la Tabla 10, 82.525 personas superan estos tiempos. Eso supone que el 40,8% de las personas en espera están por encima de los tiempos máximos. Además, este dato ha empeorado respecto a junio de 2023 casi en 5400 personas, es decir, un 6,6% más, especialmente en pruebas complementarias y cirugías. Estas cifras no son en absoluto como para ser triunfalista   

ANEXO 1: RESUMEN DEL ANÁLISIS POR ÁREAS

En el ANEXO 1 puede observarse la situación de las listas de espera, por áreas de salud y tipo de lista, quirúrgica (LEQ), consultas externas (LEC) y pruebas complementarias (LEPC), deteniéndonos dónde los tiempos medios están por encima de los comprometidos (>150 días en cirugías; >50 días en consultas externas y >30 días en pruebas complementarias) o hay más enfermos sin cita programada. Entre paréntesis, en las tablas, el % de empeoramiento si el signo acompañante es (+) o de mejoría si es (-) del tiempo medio de espera respecto a junio de 2023.

Además de señalar las especialidades o pruebas complementarias colapsadas (más del doble de espera media del máximo garantizado y más del 50% de los pacientes sin citar) (las destacamos en gris oscuro) señalaremos aquellas listas de espera en situación grave (gris claro). Consideramos situación grave cuando el tiempo medio de espera supera el 50% del tiempo máximo establecido (30 días para pruebas complementarias, 50 días para primeras citas con especialista y 150 días para cirugía) y más de un 25% de pacientes están en espera sin cita. La idea es identificar que especialidades y en qué áreas se necesitan medidas urgentes y la rendición de cuentas precoz ya que no se puede esperar 6 meses para saber qué pasa con enfermos indefensos y atrapados en listas de espera con datos tan negativos.

ÁREA I Murcia Arrixaca (Hospital Virgen Arrixaca)

Del análisis de los datos de la tabla podemos extraer las siguientes conclusiones por especialidades:

  1. LEQ: El Área I mantiene la cirugía plástica con demoras medias por encima del tiempo máximo garantizado. Aunque ha disminuido respecto a junio y diciembre de 2023.
  2. LEC: Existen 6 especialidades con demoras medias por encima del tiempo máximo (reumatología, traumatología, neumología, anestesia, neurofisiología y cirugía cardiaca) que, además, han empeorado respecto a junio de 2023. Ninguna reúne criterios de colapso o demora grave.
  3. LEPC: Hay 8 pruebas complementarias por encima del tiempo máximo garantizado que han empeorado sus resultados respecto a junio de 2023. Tres de ellas (ecografía, electromiografía y colonoscopia) reúnen el criterio de espera grave.  

Tabla resumen listas de espera Área 1*

Globalmente en el Área I APRUEBA en la gestión de sus listas de espera: 5,8 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ7,0Espera media por debajo del máximo y mejorando cifras de diciembre de 2023 (también en número de personas que esperan por encima de 150 días). Plástica continua con esperas medias elevadas.  
LEC6Espera media por debajo del máximo garantizado, mejorando diciembre de 2023. Casi 6 de cada 10 personas superan los 50 días. Mantiene aceptable transparencia  
LEPC4,5Espera media por debajo del máximo garantizado, aunque 1 de cada 3 pacientes esperan más de 30 días. Proporción de pacientes sin citar es muy elevada y peor que en diciembre de 2023.
GLOBAL5,8Hay un esfuerzo por mejorar tiempos medios en las tras listas de espera. La transparencia en pruebas complementarias hace que suspenda en esta área y baje nota global. 
*Escala de 1 a 10

ÁREA II Cartagena (Hospitales Santa Lucía y Rosell)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: l Área II no tiene ninguna especialidad por encima de los tiempos medios garantizados. .
  2. LEC: Seis especialidades superan los tiempos máximos de espera media. Neumología presenta esperas graves (en el anterior informe había 7 especialidades con esperas graves). Reumatología cumple criterios de colapso (en el anterior Informe había tres especialidades, entre ellas, reumatología).  
  3. LEPC: Colonoscopias sigue en situación de colapso junto con holter aunque se han reducido tiempos medios respecto a diciembre de 2023. Hay 590 personas atrapadas en estas listas de espera. Hay esperas graves en ecografía, electromioografía, gastroscopias y polisomnografía.

Tabla resumen listas de espera Área 2*

Globalmente en el Área II SUSPENDE en la gestión de sus listas de espera: 4 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ6Espera media ha mejorado respecto a diciembre de 2023 al igual que número de personas que superan tiempo máximo. Ninguna especialidad por encima del máximo 
LEC3,5Espera media mejorada respecto a diciembre de 2023 pero por encima del tiempo máximo. Existe una especialidad colapsada (reumatología) y una con esperas graves (neumología). Hay cierta mejoría global. En transparencia se mantienen tasas por encima del 20% sin citar (aunque mejorando levemente cifras previas)
LEPC2,5Espera media por encima del máximo y peor que en diciembre de 2023. El número de personas con esperas graves supone el 45,2% del total. No se ha reducido significativamente el número de personas en listas colapsadas o sin cita
GLOBAL4Valoración global es suspensa. Hay mejoría tanto en bloque quirúrgico como de consultas externas porque se venía de situación muy mala, pero siguen existiendo problemas graves en algunas especialidades y se ha empeorado en pruebas.
*Escala de 1 a 10

ÁREA III Lorca (Hospital Rafael Méndez)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

Del análisis de los datos destacados podemos extraer las siguientes conclusiones:

  1. LEQ: El Área III no tiene ninguna especialidad con demoras por encima del máximo. En diciembre de 2023 había dos especialidades en esta situación.
  2.  LEC: Existen 4 especialidades en situación de colapso (rehabilitación, urología, neumología y dermatología) y 2 con esperas graves (oftalmología y reumatología). La espera media triplica el máximo garantizado (150,4 días) aunque ha mejorado respecto al corte de diciembre de 2023 (230 días).
  3. LEPC: La lista de espera de ecografía está colapsada. Las de mamografías y polisomnografías tienen esperas graves

Tabla resumen listas de espera Área 3*

Globalmente en el Área III tiene una gestión MUY DEFICIENTE de sus listas de espera:  2 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ4,5Espera media por debajo del tiempo garantizado, aunque sigue habiendo casi 1 de cada tres pacientes con esperas superiores a los 150 días. No hay ninguna especialidad con demora media por encima del máximo 
LEC1Espera media triplica el máximo garantizado, aunque hay una mejoría importante respecto a los datos de diciembre de 2023. Mantiene muchas especialidades en situación de colapso y un elevado número de personas sin cita.  
LEPC0,5Espera media por encima de los máximos y peor que en diciembre de 2023. Se reduce el número de pacientes con esperas graves, pero aumenta el de personas en listas colapsadas. Aumenta enfermos sin citar
GLOBAL2Valoración global MUY DEFICIENTE. Discreta mejoría respecto a diciembre de 2023 pero la situación sigue siendo pésima.
*Escala de 1 a 10

ÁREA IV Noroeste (Hospital Comarcal)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: El Área IV tiene una espera media bastante por debajo del máximo y tan solo 52 pacientes que superan los 150 días.
  2. LEC: La espera media está por debajo del máximo. Hay una especialidad colapsada (dermatología) y que ha empeorado respecto a diciembre de 2023; varias con largas esperas, pero todos los pacientes citados.  
  3. LEPC: Demoras medias por debajo del máximo. Una prueba con esperas grave (Resonancia).

Tabla resumen listas de espera Área 4*

Globalmente en el Área IV tiene una gestión BUENA de sus listas de espera: 6,7 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ9,3Espera media y pacientes más de 150 días muy bajas, mejorando diciembre de 2023.
LEC6Espera media por debajo del tiempo máximo garantizado. Dermatología sigue colapsada. Esfuerzo en transparencia.  
LEPC5Espera media por debajo del máximo y reducción notable de enfermos por encima de 30 días. Han empeorado esperas graves y porcentaje de pacientes sin cita
GLOBAL6,7Mejora cirugía y consultas externas, pero empeoran pruebas complementarias y pacientes sin cita
*Escala de 1 a 10

Área V Altiplano (Hospital Virgen del Castillo)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: Reducción de la espera media respecto a diciembre de 2023. Ninguna especialidad supera los 150 días. .
  2. LEC: Demora media muy por encima de máximo garantizado. Hay 3 especialidades en colapso y empeorando cifras previas.
  3. LEPC: Demora media por encima del máximo garantizado. Las pruebas de digestivo siguen colapsadas, aunque con cierta mejoría. Empeorando transparencia.

Tabla resumen listas de espera Área 5*

Globalmente en el Área V tiene una gestión MUY DEFICIENTE de sus listas de espera):  2,8 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ6Mejora de la espera media y del número de personas con mas de 150 días 
LEC0Empeoramiento de la espera media respecto a diciembre de 2023 que se encuentra muy por encima del máximo garantizado. Más enfermos en listas colapsadas. Empeora transparencia  
LEPC2,5Espera media supera máximo. Más personas en listas colapsadas. Empeora transparencia.
GLOBAL2,8Mejora bloque quirúrgico pero gran empeoramiento de consultas externas, pruebas complementarias y transparencia
*Escala de 1 a 10

Área VI Vega Media (Hospital Morales Meseguer)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: Espera media por debajo del máximo garantizado y mejorando cifras de diciembre de 2023.
  2. LEC: Espera media por encima de la espera máxima garantizada pero mejorada respecto a diciembre de 2023. Todos los pacientes citados y ninguna especialidad colapsada o con esperas graves.
  3. LEPC: Espera media por debajo del máximo y mejor que en diciembre de 2023. Hay 2 pruebas de neurofisiología colapsadas (potenciales evocados y polisomnografías) y 1 con esperas graves (electroencefalografías). Empeoramiento en transparencia

Tabla resumen listas de espera Área 6*

Globalmente en el Área VI tiene una BUENA gestión de sus listas de espera:  6,1 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ8Mejora la espera media y número de pacientes que esperan más de 150 días
LEC6Mejora espera media, pero por encima del máximo, y número de personas por encima de máximo garantizado respecto a diciembre de 2023. No hay pacientes sin cita o en listas colapsadas o con esperas graves
LEPC4,5Mejora espera media, pero con más enfermos en listas colapsadas, con esperas graves o sin citar
GLOBAL6,1Mejoran listas de consultas y quirúrgicas y se mantienen pruebas complementarias
*Escala de 1 a 10

 Área VII Murcia Este (Hospital Reina Sofía)

Del análisis de los datos destacados podemos extraer las siguientes conclusiones:

  1. LEQ: Mejora espera media y número de pacientes que superan 150 días respecto a diciembre de 2023.
  2. LEC: Mejora espera media, sin pacientes en listas colapsadas o con esperas graves. Bien en transparencia.
  3. LEPC: Mejora tiempo medio de espera con solo una prueba con esperas graves (función respiratoria)

Tabla resumen listas de espera Área 7*

Globalmente en el Área VII tiene una BUENA gestión de sus listas de espera:  6,1

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ7Se reduce la espera media quirúrgica y el número de personas que esperan más de 150 días 
LEC6Se reduce levemente espera media (un poco por encima del máximo) y el número de personas que esperan más de 50 días (aunque sigue siendo muy elevado). No hay especialidades colapsadas o con esperas graves. Bien en transparencia
LEPC5,5Se reduce tiempo medio de espera y número de personas que esperan más de 30 días. No hay esperas colapsadas y mínimas graves. Empeora la transparencia
GLOBAL6,1Mejoría global. La gestión no llega al notable por el empeoramiento de la transparencia en pruebas complementarias.
*Escala de 1 a 10

Área VIII Mar Menor (Hospital de Los Arcos)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: Se reduce espera media y número de personas con más de 150 días.
  2. LEC: Espera media levemente menor pero casi duplicando espera máxima garantizada. Hay 1 especialidad (dermatología) colapsada y 2 (Otorrino y rehabilitación) con esperas graves. Ha mejorado neurología.
  3. LEPC: Mejora espera media y personas que superan tiempo máximo. La lista de espera de mamografía tiene demoras graves.

Tabla resumen listas de espera Área 8*

Globalmente en el Área VIII tiene una gestión SUFICIENTE de sus listas de espera:  5 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ6,5Ha mejorado espera media y personas que esperan más de 150 días.   
LEC2,5Ha mejorado espera media (pero sigue muy por encima del máximo) y número de personas que superan tiempo garantizado. Disminuye enfermos en listas colapsadas, pero aumenta en esperas graves. Transparencia mal.  
LEPC6,0Mejora espera media y número de personas por encima del máximo. Leve aumento esperas graves. Empeora transparencia.
GLOBAL5Leve mejoría global. En consultas externas sigue habiendo problemas graves
*Escala de 1 a 10

   Área IX Vega Alta (Hospital Lorenzo Guirao)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. LEQ: Mejora espera media y personas por encima del máximo.
  2. LEC: Mejora espera media, pero con tiempos muy elevados. Rehabilitación sigue colapsada. Mejora en neurología y anestesia (sobre todo en transparencia.
  3. LEPC: Mejora espera media y personas por encima del máximo. Se ha realizado esfuerzo en pruebas endoscópicas de digestivo. Colapso en ergometrías y esperas graves en ecocardiograma

Tabla resumen listas de espera Área 9*

Globalmente en el Área IX tiene una gestión SUFICIENTE de sus listas de espera:  5,5 puntos

 VALORACIÓN GLOBAL*COMENTARIO
LEQ8Reducción de esperas medias, aunque hay más personas por encima del tiempo máximo
LEC2Reducción espera media (muy elevada todavía) aunque empeora personas que superan el máximo. Rehabilitación sigue colapsada. Mejora levemente transparencia.  
LEPC6,5Reducción espera media, personas que superan el máximo o están en lista colapsada. Empeora transparencia
GLOBAL5,5Mejora global, aunque persiste problema grave en consultas externas
*Escala de 1 a 10


[1] Ver informe de la reunión de la ADSP con el Consejero de Salud https://adspmurcia.org/tras-la-reunion-en-la-consejeria-de-salud/ el 21 de marzo de 2024

[2] Burgueño A. El tiempo de espera para una intervención quirúrgica, indicador clave para el ciudadano. New Medical Economics 2/04/2024. Accesible en https://www.newmedicaleconomics.es/el-efecto-venturi/el-tiempo-de-espera-para-una-intervencion-quirurgica-indicador-clave-para-el-ciudadano/ Consultado el 15 de agosto de 2024

[3] Rodrigo I, Gabilondo L. Tiempos de espera aceptables y repercusiones de la espera desde la perspectiva de los pacientes. Rev Calid Asist 2007;22:168-79

[4] Lorenzo Martínez S y col. Efecto del tiempo en lista de espera quirúrgica en la valoración de la cirugía por parte del paciente CIR MAY AMB 2013; 18 (4): 151-157

[5] McIntyre D, Chow CK. Waiting Time as an Indicator for Health Services Under Strain: A Narrative Review. Inquiry. 2020 Jan-Dec;57:46958020910305. doi: 10.1177/0046958020910305 Accesible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7235968/ Consultado el día 15 de agosto de 2024

[6] Chu, H., Westbrook, R.A., Njue-Marendes, S. et al. The psychology of the wait time experience – what clinics can do to manage the waiting experience for patients: a longitudinal, qualitative study. BMC Health Serv Res 19, 459 (2019). https://doi.org/10.1186/s12913-019-4301-0

[7] Se consideran aspectos como localización geográfica del área (se puntúa al alza situación periférica), evolución datos o esfuerzo en transparencia

[8] Puntuación global (0 mínimo y 10 máximo). Se considera: demora media, % de personas que superan tiempos máximos garantizados, número de personas en lista de espera colapsadas o con esperas graves, número de personas sin cita

[9] Ver https://www.murciasalud.es/-/20240726-listas-espera?redirect=%2Fbusqueda-noticias%3F_sms_noticias_search_portlet_SmsNoticiasSearchPortlet_query%3DlistAS%2BESPERA%2B2024%26_sms_noticias_search_portlet_SmsNoticiasSearchPortlet_dateFrom%3D%26_sms_noticias_search_portlet_SmsNoticiasSearchPortlet_dateTo%3D%26_sms_noticias_search_portlet_SmsNoticiasSearchPortlet_orderBy%3D0

Destacado

Por un modelo colaborativo entre la atención psicológica y la atención primaria

Algunas consideraciones sobre la situación actual de la atención psicológica en atención primaria de salud

  • Actualmente hay un aumento de la prevalencia enfermedades mentales y tras la pandemia de COVID-19 se ha constatado un incremento de los trastornos ansioso-depresivos y de la sintomatología compatible con el trastorno de estrés postraumático y de complicaciones asociadas a patologías mentales previas. Probablemente en este incremento de problemas de salud mental haya podido influir una reducción del umbral de tolerancia de la población, que ha llevado a un mayor número de consultas y en consecuencia a un incremento de los diagnósticos.
  • Las causas de los trastornos mentales leves y más comunes, en muchas ocasiones, radican en determinantes sociales, las condiciones de vida de las personas -como son el riesgo de pobreza y exclusión social-, la precariedad laboral o las cargas familiares y los problemas relacionales, entre otras. Es necesario buscar estrategias que pongan en valor recursos y activos comunitarios de diverso tipo (activos para la salud) y personales que den mejor respuesta a estos problemas y que eviten la medicalización y psicologización/psiquiatrización a la que puede llevar dar respuesta exclusivamente desde los servicios sanitarios.
  • La Atención Primaria de Salud ha visto incrementado el volumen de consultas por problemas de salud mental sin que cuente con los recursos suficientes, fundamentalmente tiempo de los profesionales, para poder atender adecuadamente esta demanda.
  • En España son muy elevadas  las prescripciones de antidepresivos y ansiolíticos en la población general. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, “España es el segundo país europeo que más ansiolíticos consume por detrás de Portugal, y el cuarto en consumo de antidepresivos. Las prescripciones no han dejado de aumentar desde que hay registros. Este aumento es especialmente preocupante en la población joven. Entre los 20-24 años, el consumo de antidepresivos ha aumentado un 52% desde 2017, un 40,4% entre los jóvenes de 25-29 años”.
  • El número de psicólogos clínicos que trabajan en el sistema público de salud es bajo. La Región de Murcia, y dependiendo de la red de salud mental (SM), cuenta con 114 psicólogos clínicos en el Servicio Murciano de Salud que prestan sus servicios en Centros de Salud Mental y Hospitales. La ratio poblacional es de 7,4 cada 100.000 habitantes, mientras que la ratio de médicos psiquiatras es de 10,4/100.000 h. La estrategia de Salud Mental prevé en la Región de Murcia la incorporación de 49 psicólogos hasta 20263.
  • La escasez de psicólogos clínicos en la sanidad pública puede suponer un gasto en recursos privados que no está al alcance de muchas familias,introduciendo así elementos de  inequidad en la atención en problemas de salud mental..

Estas consideraciones podrían inducir  a pensar que con más recursos de atención psicológica en el primer nivel asistencial, que atendieran los malestares sin medicalizar, se reduciría la carga de trabajo de médicos de familia y de pediatras y se reduciría el consumo de psicofármacos.

Recientemente el Colegio Oficial de de Psicólogos de la Región de Murcia con estas premisas ha reclamado a la Consejería de Salud  la contratación anual de 20 psicólogos clínicos en los centros de Atención Primaria.

Estando de acuerdo en la necesidad de un incremento del número de psicólogos clínicos en la red sanitaria pública y en que parte de sus actividades se realice en el primer nivel asistencial, consideramos que la incorporación de estos profesionales debe realizarse tras una adecuada reflexión y planificación.

Basados  en informes previos de nuestra Asociación, “Murcia, enferma de pobreza” y “El estado del malestar“, en otros de la esfera de la Medicina de Familia -como un informe de SOMAMFYC y otro del Foro Catalán de Atención Primaria-, o de Salud Mental, ofrecemos una serie de reflexiones y de recomendaciones en relación con la posible incorporación de psicólogos en el primer nivel asistencial.

Reflexiones desde la ADSP-RM:

  • La Atención Primaria de Salud (APS) es mucho más que un lugar donde ofrecer asistencia; es una forma de prestar cuidados a la población basada en la longitudinalidad, la accesibilidad, la perspectiva biopsicosocial(integralidad), la orientación comunitaria y la equidad. Estos principios deben prevalecer ante situaciones que requieran la atención focalizada en determinados problemas de salud.
  • El papel de la APS ante el volumen de consultas que generan sufrimiento provocados por diversos malestares es identificar los más graves o que requieren una atención farmacológica y/o especializada focal, acompañar a quienes lo necesiten sin medicalizar y/o dirigir a las personas a los recursos no sanitarios más adecuados. Todo ello contando con las herramientas propias y básicas  de la APS como la longitudinalidad, la escucha y la confianza, impulsando la participación de médicos y médicas y de enfermeros y enfermeras en este abordaje global.
  • Los y las profesionales son el principal instrumento terapéutico en la APS y, por lo tanto, hay que tomar medidas para garantizar que puedan desarrollar plenamente su tarea. Esto supone dotaciones suficientes, formación, motivación, condiciones laborales satisfactorias que permitan potenciar las intervenciones familiares y comunitarias, la formación en desigualdades y activos en salud, y el entrenamiento en habilidades de comunicación y atención a los malestares emocionales de la población. Es necesario identificar, con implicación intersectorial y participación ciudadana, los activos de salud de cada territorio y promover su recomendación y prescripción social por parte de los profesionales socio sanitarios.
  • La situación actual, con una prescripción y consumo excesivo de psicofármacos en la población general, obliga a actuar con urgencia priorizando, entre los objetivos de las acciones a realizar, la reducción de este consumo 
  • Situar la atención psicológica en el primer nivel asistencial corre el riesgo de psicologizar el sufrimiento de origen social que, si bien precisa atención, probablemente no se beneficie de un marco de enfermedad ni de un tratamiento específico, e incluso en ocasiones puede verse perjudicado por ellos.
  • Plantear cambios como la introducción de psicólogos, sin modificar las condiciones de trabajo, en un contexto de medios insuficientes y desbordamiento, es empezar la casa por el tejado y corre el riesgo de que, en la práctica, muchos profesionales de APS terminen abdicando de lo psicológico y derivando los malestares emocionales que les consulten.
  • La mayoría de los malestares emocionales vienen acompañados de síntomas físicos. No es posible separar los malestares emocionales de los físicos y el abordaje debe ser desde el principio de ambos, algo que el psicólogo no puede hacer sin antes descartar organicidad, algo que no necesariamente requiere de pruebas. Paradójicamente, la medicalización de los malestares físicos y una psicologización de los emocionales, podría incrementar el sufrimiento.
  • Proponemos apoyar la APS con psicólogos en un modelo colaborativo de orientación comunitaria (ver tabla abajo) 

TABLA.Características que hay que potenciar y que hay que evitar en un modelo de incorporación de profesionales de la psicología en los centros de Atención Primaria. Tomada de  FOCAP

  A POTENCIARA EVITAR
Modelo colaborativoModelo de sustitución
Abordaje psico-social en la APSSegmentar la atención atribuyendo el abordaje de los problemas biológicos a la APS y de los psicológicos a Salud Mental (SM)
Relación ágil entre los profesionales de distintos serviciosEstructuras burocráticas de coordinación
Apoyo emocional y clínico a los y a las profesionales de APSRelación vertical entre profesionales
Objetivos comunes y funciones definidas entre el EAP y el equipo de SM que forman parte del modelo cooperativoDependencia funcional y objetivos marcados por el equipo de SM
Atención individual y comunitariaAtención exclusivamente individual
Atención basada en la narración y en el vínculo profesional-pacienteAtención basada en códigos diagnósticos, protocolos y registros
  • Somos conscientes que, en gran medida, la excesiva utilización de psicofármacos para los malestares emocionales leves o moderados se debe a la prescripción desde APS. Por eso es fundamental que uno de los objetivos principales del modelo colaborativo sea la mejora de las herramientas no farmacológicas de apoyo que pueden activarse desde APS para reducir la utilización de psicofármacos

Recomendaciones para la planificación e incorporación de los psicólogos clínicos en Atención Primaria de Salud.

  • La incorporación de psicólogos clínicos en la APS y las actividades que desarrollen en este nivel deben de realizarse de acuerdo con las estrategias regionales de Atención Primaria y de Salud Mental . La estrategia de Salud Mental ya establece de manera acertada la implantación de un programa de psicoterapia grupal para personas con diagnóstico del espectro ansiedad-depresión-somatizaciones, de intensidad leve, realizado por profesionales de la Red de Salud Mental en el ámbito de la Atención Primaria. 
  • Es preciso, y a muy corto plazo, profundizar en el modelo de colaboración entre Salud Mental y Atención Primaria concretando sistemas de trabajo y de coordinación entre niveles. La recientemente creada comisión entra Atención Primaria y Salud Mental será el marco adecuado para desarrollar las actividades a realizar por los psicólogos clínicos a nivel individual y comunitario en los Centros de Salud, teniendo en cuenta las consideraciones anteriormente expuestas.
  • La orientación del trabajo debe profundizar en la perspectiva comunitaria y, tal como se ha anunciado, una decidida orientación a la desmedicalización y desfarmacologización del sufrimiento psíquico, pero también considerando los riesgos de la psicologización de malestares emocionales en la primera línea de la asistencia.
  • Consideramos adecuado que los psicólogos clínicos, en la situación actual de consolidación y desarrollo de las citadas Estrategias, aunque realicen su actividad  en los Centros de Salud, continúen la dependencia de la Dirección General de Salud Mental y no pasen de momento a incorporarse como miembros de las plantillas de los EAP.
  • En las comisiones de seguimiento de ambas estrategias, así como en la comisión mixta recientemente creada entre Salud Mental y Atención Primaria, deben de estar adecuadamente representados los usuarios de los servicios así como los profesionales de los equipos de Atención Primaria  y de los Centros de Salud Mental.

Murcia junio de 2024

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Por un Plan de Salud para la Región de Murcia fruto del consenso

Declaración ADSP-RM

El último Plan de Salud de la Región de Murcia finalizó en 2015. Desde entonces la Consejería de Salud cuenta sólo con diversas estrategias parciales como la de Atención Primaria o Salud Mental. Desde la ADSP RM venimos demandando desde hace años la elaboración de un Plan de Salud que, partiendo de un análisis de situación y de los principales problemas existentes (listas de espera, deterioro de la atención primaria, necesidades en salud mental, cronicidad, salud medioambiental, etc…) establezca las prioridades y la estrategia para abordarlas en los próximos años

Desde la ASDSP-RM celebramos la reciente aprobación en la Asamblea de la Región de Murcia de una moción por la que se insta al Consejo de Gobierno para que la Consejería de Salud elabore un nuevo Plan de Salud. Lamentamos que no se aprobaran las razonables enmiendas de los partidos de la oposición “establecer el plazo de 12 meses para su elaboración” o que entre las prioridades deber estar “la disminución de las listas de espera y la mayor transparencia”.

Ya en 2019 la ADSP-RM promovía la necesidad de un amplio acuerdo del conjunto de la sociedad, incluyendo todos los partidos políticos en la Asamblea Regional, por un sistema sanitario público y de acceso universal. La elaboración de un nuevo Plan de Salud ofrece la oportunidad de establecer alianzas no partidistas en aspectos que atienden a lo común como es la salud. La necesaria participación debería implicar, de igual forma, el necesario liderazgo de los técnicos y funcionarios del SMS y la Consejería de Salud en la elaboración del Plan, algo incompatible con la habitual externalización en empresas consultoras que suelen realizar los responsables de la administración sanitaria. Además de ineficiente, por elevado costo evitable, esta práctica impide considerar los resultados objetivos e independientes ya que “el que paga manda”.

Proponemos que el nuevo Plan de Salud se elabore en un tiempo no superior a 12 meses y que no se limite únicamente a la planificación del sistema sanitario sino que, si se quiere impactar en los determinantes sociales de la salud que atenazan a la población murciana, considere la puesta en marcha de estrategias intersectoriales, implicando acciones en salud desde diversas consejerías.

Los murcianos y murcianas y la situación de salud regional merecen que este esfuerzo esté lo más alejado posible de la confrontación política partidista habitual. La ADSP-RM aplaudirá y apoyará, si se cumplen unas mínimas condiciones, este necesario proyecto

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INFORME ADSP-RM SOBRE LISTAS DE ESPERA (abril 2024)

Con fecha 23/03/24 la Consejería de Salud de la Región de Murcia ha publicado las listas de espera correspondientes a diciembre de 2023, con casi tres meses de retraso sobre sus propios compromisos y justo un día antes del inicio de las vacaciones de Semana Santa seguidas de las fiestas de primavera lo que no parece una fecha casual observando los resultados presentados.

Globalmente los datos hechos público han empeorado respecto a la fecha de comparación de diciembre de 2022:

  • En cirugía: un 13% más de enfermos esperando (34.726 vs 30.383) una media de 6 días más (105,93 vs 100,32) y un 21% más de pacientes que lo hacen por encima de la fecha máxima de 150 días establecida por la propia Consejería como objetivo
  • En consultas externas: se incrementa la demora media en 6 días (109,86 vs 103,3) aunquese ha mejorado discretamente (-2,3%) el número total de pacientes en espera, los enfermos sin cita asignada (28,7% vs 27,1%) y los pacientes que esperan por encima de límite máximo de 50 días (71.432 vs 73.960). Sin embargo, esta leve mejoría en el número de enfermos que esperan más de 50 días es poco creíble ya que más de la cuarta parte de los pacientes no tienen fecha asignada.
  • En pruebas complementarias: la espera media también se incrementa en 3 días (31,1, vs 28,02) junto con el número de enfermos que esperan por encima de los 30 días fijados como tiempo máximo que pasan de 12.157 a 25.596 (+53%). Este incremento se debe fundamentalmente a que se ha mejorado el número de enfermos con cita asignada que ha pasado de un 22,5,% a un 54,7%. Como es sabido, cuando se disminuye el número de pacientes sin cita se incrementan las esperas. No obstante, un 45,3% de pacientes sin citar hablan de unas esperas todavía no fiables y que seguramente están muy por encima de la fecha media reportada.

En definitiva, incremento global de las esperas, que será bastante mayor del informado por la consejería en consultas externas y pruebas complementarias debido a que 1 de cada 4 en consultas externas y 1 de cada 2 en pruebas complementarias no tienen fecha asignada.

Las cifras medias suelen ser poco informativas ya que los extremos tienden a moderarse y hay áreas con mucho mejor resultados que otras. Por eso lo importante es analizar las cifras en cada territorio para tener una visión cabal del tamaño del problema y su distribución.

A continuación, analizaremos la situación de las listas de espera, por áreas de salud y tipo de lista, quirúrgica (LEQ), consultas externas (LEC) y pruebas complementarias (LEPC), deteniéndonos dónde los tiempos medios están por encima de los comprometidos (>150 días en cirugías; >50 días en consultas externas y >30 días en pruebas complementarias) o hay más enfermos sin cita programada. Entre paréntesis, en las tablas, el % de empeoramiento si el signo acompañante es (+) o de mejoría si es (-) del tiempo medio de espera respecto a diciembre de 2022.

Incluimos una novedad metodológica en este informe. Cuando las esperas doblan al menos las máximas comprometidas y el número de pacientes sin cita es superior al 50% consideramos que la gestión de esa especialidad o prueba complementaria se ha colapsado lo que implica una elevada probabilidad de daño grave a algunos pacientes. Consideramos pre-colapso cuando las cifras están muy cerca de estos criterios. La idea es identificar que especialidades y en qué áreas necesitan medidas urgentes y la rendición de cuentas precoz ya que no se puede esperar 6 meses para saber qué pasa con enfermos indefensos y atrapados en listas de espera con datos tan negativos. De igual modo identificaremos aquellas especialidades con demoras muy por encima de los máximos (esperas graves), pero, al menos, la gestión es transparente ya que no se asocian un porcentaje significativo de pacientes sin cita.

También realizaremos una valoración global de la gestión de las listas de espera por parte de la dirección de cada área de salud. La metodología es cualitativa y pondera consecución de objetivos de demora, tamaño del problema, transparencia y situación geográfica periférica del área. La transparencia y la situación suben puntuación. Por ejemplo, ante unos malos tiempos de espera puntuamos como menos malo sin existe transparencia y, por tanto, las cifras son creíbles, y si se trata de área de salud periférica (3, 4, 5, 8 y 9) que si tienen una proporción elevada de personas sin fecha asignada y se trata de área metropolitana como la 1, 2, 6 o 7. Los objetivos de estas puntuaciones son tres:

  • Tener datos comparativos globales entre áreas para detectar inequidades
  • Identificar claramente los puntos de mejora para poder monitorizar avances en las siguientes entregas y exigir, en caso de extrema gravedad, medidas inmediatas específicas en cada especialidad, así como re-evaluación precoz. Por ejemplo, en especialidades colapsadas no se puede tolerar una rendición de cuentas semestral (con retraso de tres meses) como plantea la consejería 
  • Señalar las áreas con una gestión adecuada para recompensar públicamente buenas prácticas    

ÁREA I Murcia Oeste (Hospital Virgen de la Arrixaca)

Del análisis de los datos destacados podemos extraer las siguientes conclusiones (resumidas en la Tabla):

  1. El Área I tiene una de las pocas especialidades que en la espera quirúrgica sobrepasa los 150 días y, además, ha empeorado respecto al año 2022. Las demoras en cirugía plástica afectan a 355 personas.
  2. Empeoramiento muy notable del tiempo medio de espera respecto a diciembre de 2022 en consultas externas para las especialidades de Reumatología, Neumología, Cardiología o Digestivo. Ginecología tiene más del 50% de pendientes de cita sin fecha asignada. Ninguna especialidad reúne las características de colapsada o demora grave en consultas externas.
  3. Las demoras medias oficiales están claramente infraestimadas en las listas de espera de pruebas complementarias debido a que la mayoría tienen porcentajes de personas sin cita elevados. Hay problemas graves por el número de personas sin cita encolonoscopias (76,5% sin cita), gastroscopias (79,8% sin cita) y cateterismos cardiacos (98,4% sin cita). Espera grave en densitometrías afectando a 627 personas.

Globalmente en el Área I suspende en la gestión de sus listas de espera: 4,6 puntos

ÁREA II Cartagena (Hospitales Santa Lucía y Rosell)

De la tabla se pueden extraer las conclusiones siguientes:

  1. En la lista de espera quirúrgica hay un empeoramiento muy notable en cirugía plástica sobrepasando en más de 20 días los tiempos máximos, afectando a 163 personas.
  2. En consultas externas:
    1. Hay demoras graves en 7 de las 32 especialidades (21,8%) ya que doblan los tiempos máximos (dermatología) o están muy cerca de hacerlo (traumatología) afectando a un número muy significativo de personas: 3326 (1939 y 1387 respectivamente). El tiempo medio que esperan los pacientes que están en las listas de espera con demoras graves es de 92,9 días.
    1. Se encuentran en situación de colapso por doblar los tiempos máximos (demora media de estas especialidades de 128,7 días) y tener alrededor del 50% de los enfermos sin citar las siguientes especialidades:
      1. Neumología: demora media de casi 6 meses y 871 pacientes sin citar (65%)
      1. Neurología: demora media de casi 5 meses y 795 pcts. sin citar (60%)
      1. Reumatología: con una situación precolapso ya que las esperas son de más de tres meses y los pacientes sin citar son el 66% (241 personas)
  3. En pruebas complementarias:
    1. Demoras graves de espera en ergometría afectando a 68 personas
    1. Situación de colapso:
      1. Colonoscopia: esperas que triplican las máximas garantizadas con el 55% de los pacientes sin citar afectando a 377 personas
      1. Gastroscopia: con esperas que doblan sobradamente las recomendadas y casi la mitad de los enfermos sin citar afectando a 380 personas     

ÁREA III Lorca (Hospital Rafael Méndez)

La situación es muy grave, especialmente en consultas externas donde es catastrófica. Podríamos resumirlo:

  1. Listas quirúrgicas: cirugía general, aunque ha mejorado respecto a diciembre de 2022, sobrepasa en casi 17 días la espera máxima. Hay dos especialidades con espera media por encima de 150 días
  2. Consultas externas:
    1. Demoras graves: en 4 especialidades esperan una media de 80 días por encima de la espera máxima, afectando a casi 8000 personas, destacando:
      1. Neurología. Cerca de 6 meses, 751 personas
      1. Oftalmología y cirugía general: espera media de alrededor de 5 meses, 4253 y 1013 personas respectivamente
      1. Ginecología y Reumatología: sobre los 4 meses, 696 y 504 personas respectivamente
      1. Alergia y Nefrología: sobre los 3 meses de espera media, 679 y 42 personas respectivamente
    1. En situación de colapso y por orden de gravedad, afectando a casi 13.000 pacientes que no tienen cita en especialidades con tiempos de espera para los citados extremos:
      1. Dermatología: probablemente el problema más acuciante en la Región. Espera media de cerca de 1 año y medio, pero con el 99% de los pacientes si citar. Afectadas 5058 personas
      1. Rehabilitación: casi 1 año de demoras, pero con el 95% de los enfermos sin citar: 4015 personas
      1. Traumatología: más de 5 meses de demora media con el 80% de los pacientes sin cita: 1085 personas
      1. Neumología: casi 5 meses de demora y más del 80% de los pacientes si cita: 910 personas
      1. Urología: 4 meses de demora con casi la mitad de los pacientes sin cita: 495 personas
  3. Pruebas complementarias:
    1. Esperas graves: resonancias y polisomnografías con 2 y 5 meses de espera con 2007 y 35 personas respectivamente
    1. Colapso afectando a más de 5500 enfermos:
      1. Ecografías: más de dos meses de espera media con casi el 65% de ellos pacientes sin citar: 5003 personas
      2. Mamografías: situación precolapso por demoras de casi un mes y medio pero el 97% sin cita: 519 personas

ÁREA IV Noroeste (Hospital Comarcal)

La situación puede resumirse:

  1. Como aspectos positivos hay que señalar que esta área de salud tiene la lista espera quirúrgica controlada
  2. En consultas externas hay:
    1. Situación de colapso en dermatología con unas demoras de más de 7 meses y casi el 70% de las personas sin cita programada: 814 personas
    1.  Demoras graves en 4 especialidades:
      1. Más de medio año de espera media en anestesia, afectando a 44 enfermos  
      1. Casi 5 meses en rehabilitación y hematología afectando a 1841 y 24 personas respectivamente
      1. Tres meses en neumología, impactando en 274 personas
  3. En pruebas complementarias la situación más relevante es la colonoscopia que supera en casi 10 días la espera máxima y que cuenta con casi un 25% de pacientes sin citar
  4. Esfuerzo notable en transparencia 

Área V Altiplano (Hospital Virgen del Castillo)

Las conclusiones más destacables:

  1. Lista quirúrgica controlada
  2. Situación muy mala en consultas externas:
    1. Esperas graves en alergia (casi 5 meses) y dermatología (1,5 meses) afectando a 421 y 171 personas respectivamente
    1. Situación de colapso con esperas muy elevadas (entre 4 y 5 meses) y la inmensa mayoría de los enfermos sin citar en traumatología (2602), rehabilitación (797) y oftalmología (2411), afectando a casi 6000 pacientes
  3. Situación de colapso en las pruebas digestivas con demoras entre 4 y 6 meses y la mayoría de los enfermos sin citar, afectando a más de 90 pacientes

Área VI Vega Media (Hospital Morales Meseguer)

Se puede resumir la situación:

  1. Control de la lista de espera quirúrgica
  2. Demoras graves en consultas externas, con entre 3 y 5 meses en rehabilitación (3509), neurología (1442), anestesia (529) y reumatología (686), en todas con empeoramiento respecto a diciembre de 2022. Gran esfuerzo en transparencia.
  3. En pruebas complementarias hay una situación de colapso, afectando a casi 300 enfermos, en el área de neurofisiología (potenciales evocados, 208 pacientes) y en la unidad del sueño (76), con demoras muy elevadas y la mayoría de los enfermos sin citar

Área VII Murcia Este (Hospital Reina Sofía)

La situación en esta área se puede resumir

  1. Sin demoras por encima del límite máximo en lista de espera quirúrgica
  2. Demoras graves en anestesia, con más de 4 meses y un empeoramiento respecto a diciembre de 2022, afectando a 1209 personas. Empeoramiento muy notable en urología. Sobresaliente en transparencia
  3. En pruebas complementarias solo destacar la densitometría con casi el doble de demora del máximo, aunque con una mejora respecto al año 2022, afectando a 173 personas. Esfuerzo en transparencia  

Área VIII Mar Menor (Hospital de Los Arcos)

Las demoras en esta Área pueden valorarse:

  1. Sin demoras por encima de los tiempos máximos en lista de espera quirúrgica
  2. En consultas externas:
    1. Situación muy grave (precolapso) en otorrino y rehabilitación con demoras que casi doblan las máximas y un porcentaje de enfermos muy elevado sin cita, afectando a 2316 enfermos
    1. Situación de colapso, afectando a 2160 pacientes, en dermatología y neurología (más de 5 meses de demora) y neumología (más de tres meses) y un porcentaje muy elevado de enfermos sin cita
  3. En pruebas complementarias hay un problema de demoras muy elevadas en las pruebas endoscópicas de digestivo (34 personas en colono y 42 en gastroscopias), con más de 4 meses de demora, y en ergometrías, con más de medio año (15 personas)  

Área IX Vega Alta (Hospital Lorenzo Guirao)

En síntesis:

  1. Lista de espera quirúrgica controlada
  2. En consultas externas:
    1. Situación de precolapso con demoras de casi 3 meses en ginecología y un 47% de pacientes sin citar, afectando a 362 mujeres
    1. Situación de grave colapso con demoras de más de 9 meses en rehabilitación (1905) con un 97% de personas sin citar y en neurología (187) y anestesia (42) con más de tres meses y porcentaje muy elevado de personas sin citar.
  3. Pruebas complementarias:
    1. Situación de colapso en pruebas digestivas afectando a 123 pacientes

COMENTARIO GLOBAL

  1. Aunque las cifras globales no son buenas, como hemos dicho al principio, solo analizando las áreas por separado es posible tener una idea cabal del problema de las listas de espera en esta región. La nota global de la gestión de listas de espera regional es 4,6, suspenso y la mayoría de las áreas (6 de 9) están por debajo del 5. La evaluación podía haber sido peor pero el esfuerzo por mejorar la transparencia, las listas de espera quirúrgicas y el buen desempeño de algunas áreas como la IV, VII y VI han evitado una puntuación todavía más baja debido a resultados muy malos en átreas como la III, V o II. 
  2. En relación con las listas de espera quirúrgicas, aunque hay un leve empeoramiento global, es la única lista de espera que sale aprobada (6,3 puntos). La excepción es Lorca que suspende. Hay que destacar por sus excelentes datos al área del Noroeste (IV) y, notables también, Vega Media (VI), Murcia Oeste (VII) y Cieza (IX)
  3. En consultas externas es donde nos encontramos los peores resultados con solo tres áreas aprobando la gestión (IV, VI y VII). Hay que destacar el elevado número de personas en listas de espera colapsadas. En la actualidad existen 27.066 pacientes en toda la región (22,3% del total) en alguna lista de espera de consultas externas colapsada, es decir, personas sin cita y sin esperanza de tenerla en un tiempo razonable ya que, al menos, esperan los citados más del doble del tiempo máximo comprometido (50 días) y más del 50% de pacientes están sin fecha asignada. Estos enfermos están en un limbo sin fecha a la vista de solución y, por tanto, en grave riesgo de sufrir retrasos extremos ya que no solo las demoras son ya excesivas, sino que la propia organización ignora cuando podrá resolverse la situación de la mayoría de las personas que esperan. Que esta situación se produzca en más de 1 enfermo de cada 5 que está en espera en la Región para consultas externas nos parece extremadamente grave y la consejería tendrá que dar cuenta lo antes posible con planes específicos iniciados y compromiso de evaluación urgente de la situación actual (recordemos que las listas analizadas corresponden a diciembre de 2023). En la tabla abajo destacamos las consultas externas que consideramos colapsadas y el número de enfermos afectados.
  4. En pruebas complementarias hay 5 áreas que aprueban su gestión, aunque la puntuación global regional es deficiente. Hay 7592 pacientes atrapados en listas de espera colapsadas, el 12,7% del total de personas en espera para pruebas en la Región. En la tabla abajo señalamos las pruebas colapsadas por área y su impacto global.
  5. Mención aparte merece el área de salud de Lorca que podemos considerar en fallo sistémico. Excepto las listas de espera quirúrgicas que, aunque con malos datos, han mejorado respecto a diciembre de 2022, en consultas externas y pruebas complementarias la situación es catastrófica. Casi la mitad de las personas en espera se encuentran sin citar en especialidades o pruebas con más del doble de demora y más del 50% sin fecha asignada. La necesidad de un Plan de Rescate es crítica. Creemos que debe haber responsabilidades políticas con ceses en la dirección del área, un plan específico y creíble para cada especialidad o prueba afectada así como la monitorización precoz de resultados.      
Destacado

INFORME El estado del malestar. Una mirada crítica a la situación sociosanitaria murciana

Hace cuatro años que publicamos “Murcia, enferma de pobreza (2019)”, nuestro Informe sobre el estado de la Salud en la Región de Murcia, en el que poníamos el foco en los determinantes sociales y económicos como origen de la mala salud murciana, y ofrecimos más de 50 propuestas para mejorar sistema sanitario y niveles de salud.

De nuevo ahora ofrecemos “El Estado del Malestar (2023)”, un análisis actualizado de la situación socio-sanitaria regional con una serie de prioridades y propuestas dirigidas a la mejora de nuestro sistema sanitario para los próximos cuatro años.

A pesar de que la población de la Región de Murcia es la más joven del conjunto de Comunidades Autónomas, tener un gasto sanitario público real per cápita mayor que la media del estado y una utilización del sistema elevado (atención primaria y urgencias), sus resultados en salud se encuentran entre los peores de España, tanto en mortalidad (enfermedad cerebrovascular e isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes, Alzheimer) como en morbilidad (hipertensión, diabetes, enfermedad mental, hospitalizaciones por enfermedad cerebrovascular, interrupción voluntaria del embarazo en mujeres de menos de 20 años).

Por otra parte, las actuaciones en Salud Pública tampoco consiguen disminuir las altas tasas de sedentarismo, tabaquismo, obesidad y sobrepeso ni los embarazos no deseados, todos con indicadores entre los peores de España.

Persisten también muy malas cifras socioeconómicas – con elevadas tasas de pobreza, precariedad laboral y bajo nivel educativo -, entre las peores del conjunto de las autonomías.

Son además especialmente preocupantes las altas tasas de dependencia y discapacidad grave así como los altos porcentajes de riesgo de mala salud mental y la prevalencia de enfermedad mental más elevada del conjunto de las Comunidades Autónomas, con un grave empeoramiento en los últimos años, muy especialmente en las mujeres.

Todo lo anterior tiene relación con la pésima gobernanza política de un sistema sanitario que genera el peor déficit económico sanitario en España desde hace décadas por falta de adecuación de los presupuestos al gasto real y que mantiene grandes desigualdades territoriales. Un sistema sanitario poco eficiente con ausencia de acciones intersectoriales que mejoren las condiciones de vida de las personas y con ello también su salud.

Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad de la Región de Murcia (ADSP-RM), hemos hecho el esfuerzo de identificar CINCO ÁREAS ESTRATÉGICAS DE ACTUACIÓN cuya mejora consideramos prioritaria y proponemos acciones concretas para cada una de ellas:

1. MEJORAR LA GOBERNANZA DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO, mediante un Plan de Salud para 5 años fruto de un pacto político en la Asamblea Regional, reduciendo la ineficiencia del gasto sanitario para mejorar la salud de la población y apostando decididamente por la transparencia y la participación ciudadana.

2. REORIENTAR EL SISTEMA DE SALUD A UNA ATENCIÓN PRIMARIA REFORZADA, con un presupuesto finalista en cada Área Sanitaria, con Gerencias propias y asignando el 25% del gasto sanitario, abriendo todos los centros de salud en horario de tarde mediante turnos deslizantes, y centrando su actividad en prácticas de valor y no en “la demanda”.

3. ACABAR CON LAS DESIGUALDADES TERRITORIALES, estableciendo criterios claros de asignación de recursos y promoviendo la descentralización de los servicios de salud, considerando eficiencia y demanda. Promover la implicación activa de la sociedad, involucrando a la ciudadanía para el diseño y la implementación de políticas sanitarias que garanticen que sean atendidas las necesidades en cada territorio.

4. MEJORAR LA ATENCIÓN A LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL, teniendo muy presente que la prevalencia de enfermedad mental depende fundamentalmente del contexto social en el que viven las personas, debiendo fomentarse políticas públicas transversales dirigidas a mejorar las condiciones de vida de la población.

5. MEJORAR LA ATENCIÓN A LA CRONICIDAD Y A LAS PERSONAS MAYORES mediante la elaboración urgente de un Plan Regional de Atención a las Personas con Enfermedades Crónicas Complejas así como una Estrategia Regional de Coordinación Sociosanitaria que contemplen que la atención debe realizarse de forma proactiva desde la Atención Primaria, en los domicilios y las residencias, respondiendo a los deseos y valores de los enfermos y estableciendo vías asistenciales específicas, con la dotación de recursos humanos y estructurales necesarios

Sobre las causas de las causas de las agresiones a profesionales sanitarios y qué se puede hacer

Aunque la violencia en el lugar de trabajo puede darse en muchos sectores y profesiones, este problema afecta de manera desproporcionada al personal sanitario. Lo/as trabajadore/as sanitario/as tienen cinco veces más probabilidades de sufrir una lesión por violencia laboral que otras profesiones. En 2018, en EE.UU. el 73% de todas las lesiones no mortales relacionadas con violencia en el lugar de trabajo afectaron a trabajadore/as sanitario/as[1].

Se define agresión como “Todo acto de violencia verbal, física o gestual ejercida por pacientes o acompañantes contra un profesional del Servicio Murciano de Salud, en el ejercicio de sus funciones o como consecuencia de éstas”. Se incluyen agresiones a través de internet y redes sociales[2].

Descripción del fenómeno

Es un hecho que las agresiones contra profesionales sanitario/as están aumentando en todo el mundo, especialmente durante los años de pandemia y después de ellos[3]. Parte de este incremento puede deberse a que existe cada vez mejor monitorización y registro. Sin embargo, persiste una importante infra-notificación. Es decir, las agresiones totales son, probablemente, tres veces más de las notificadas[4]. Seguimos viendo la punta del iceberg.

Según el “Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2022” del Ministerio de Sanidad[5], en el año 2022 se notificaron un total de 13.2101 agresiones en el conjunto del SNS, 20,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales. Son casi 5 puntos más que en el año 2021 (10.170 agresiones; 15,71 por cada 1.000 profesionales).

En este informe se observa como las agresiones afectan más a las mujeres (78% de las notificaciones; debe tenerse en cuenta que el 76 % de los profesionales sanitarios del SNS son mujeres), a Atención Primara (44,52 agresiones por cada 1.000 profesionales vs 11,16 en Atención Hospitalaria) y al personal facultativo (32%), seguido de cerca por enfermería (29%) y del personal administrativo (16%).

En su mayoría (85%), se corresponden con agresiones no físicas como insultos y amenazas. No obstante, en el año 2022 hubo en España 2.008 actos violentos de tipo físico, un 35,4 % más que con respecto a 2021. El perfil de la persona agresora es: 71 % de las veces corresponde al propio usuario o paciente y en un 29 % a un familiar o acompañante. La mayoría son hombres (58%) y un 20% son reincidentes. La mayoría de las veces las agresiones se debieron a aspectos relacionados con tiempos de espera, demoras y disconformidad con la asistencia por parte de los usuarios[6].

Se han descrito factores de riesgo asociados con los agresores (carga emocional y expectativas sobre la atención sanitaria no realistas, diferencias lingüísticas y culturales), el personal agredido (más frecuente con profesionales más inexpertos, ansiosos, mecanismos de afrontamiento deficientes o falta de formación) y el contexto (escasez de personal, dispositivos saturados, largas horas de espera, horarios de visita inflexibles o falta de información)[7]

En la Región de Murcia, el año 2023 cerró con 499 incidentes en los que resultaron agredidos 587 profesionales. En 33 de las 499 agresiones hubo violencia física. Son las cifras más altas desde que hay registro. Los ataques al personal se han disparado un 56% desde la pandemia[8].

La exposición o el miedo a la violencia en el lugar de trabajo puede tener consecuencias psicológicas negativas para el personal sanitario: ansiedad, depresión, pérdida de autoestima y trastorno de estrés postraumático[9]. Estos efectos psicológicos se relacionan con tasas más elevadas de absentismo y agotamiento, lo que puede tener efectos secundarios negativos en la calidad de la atención y la seguridad de los pacientes[10].

Necesidad de completar el análisis y complejizar las soluciones

Desde la Consejería de Salud y el SMS, junto con las estrategias de carácter ministerial, se vienen tomando medidas desde hace casi 20 años: incremento de personal de seguridad, sistemas de alarma, endurecimiento de las penas a los agresores, protocolos de apoyo y atención al profesional agredido y campañas de concienciación ciudadana.

Apoyamos las medidas que se están tomado desde la consejería y el SMS: el II Plan de Prevención y Atención Frente a Agresiones[11] nos parece adecuado, ya que incluye aspectos de prevención, concienciación ciudadana, seguridad, registro, apoyo al/la profesional agredida y sanción. La violencia hacia los sanitarios es un problema complejo que difícilmente mejorará por medio de intervenciones parciales.

Sin embargo, no parece que estén resultando especialmente efectivas las medidas puestas en marcha en estos años dado el incremento continuado de la violencia contra los sanitarios. Por eso, desde la ADSP-RM, pensamos que la búsqueda de soluciones requiere un análisis de las causas más completo y una búsqueda de soluciones más complejo

La violencia hacia los sanitarios debe ser entendida en el contexto amplio de unas relaciones que ha ido cambiando en las últimas décadas. Una de ellas, la más obvia, es la relación profesional sanitario/a-paciente: lo que esperan los usuarios de los profesionales es diferente hoy a lo que esperaban hace unas décadas.

  1. Cambios en la relación profesional sanitario/a-paciente

Expectativas excesivas. Desde hace tiempo se viene señalando como es paradójico que hoy en día, cuando contamos con más medios y conocimiento que nunca, es cuando los usuarios se sienten más frustrados con la medicina y la atención sanitaria. Esta divergencia obedece a muchas causas (culturales, comerciales, psicológicas…) pero tienen un común denominador: la población espera mucho más de la medicina de lo que ésta puede ofrecerle. La medicina no puede prevenir todas las enfermedades, evitar todos los dolores, tratar todas las enfermedades de forma exitosa o prolongar la belleza y la juventud más allá de lo razonable. Durante décadas, la medicina ha trasladado mensajes demasiado optimistas sobre sus capacidades. Debido a ello, ahora, en general, la ciudadanía considera que todo dolor persistente es debido a que el médico no ha acertado con el fármaco adecuado; todo síntoma emocional que no mejora en unos pocos días es porque requiere un tratamiento farmacológico y psicológico inmediato y si no funciona es que no se ha acertado con el medicamento o el/a terapeuta; toda mala evolución de una enfermedad es debida a algún error médico. Los usuarios del sistema público han trasladado sus patrones de consumo a la atención sanitaria: rápido y al gusto.

Es urgente que esta frustración sea reconvertida en una visión más equilibrada si queremos reducir la conflictividad, algo mucho más difícil que poner más guardias de seguridad. Echamos de menos una reflexión al respecto en los documentos, protocolos y comentarios de todos los actores implicados en los planes para la mejora de la seguridad. Sin una estrategia de largo recorrido por parte de las instituciones sanitarias (administración, sociedades científicas, colegios profesionales…) y de la sociedad civil (asociaciones de usuarios, ONGs, etc..) que incluya intervenciones comunitarias, foros de debate o campañas de comunicación, no va a ser posible reducir la brecha entre la realidad y el deseo -es decir, entre lo que la medicina realmente puede ofrecer y lo que los ciudadanos le demandan- y las reacciones de frustración de la ciudadanía (algunas expresadas en forma de violencia) seguirán incrementándose con un resultado inquietante: lo/as nuevo/as profesionales sanitarias evitarán cada vez más trabajar en especialidades o disciplinas de elevada intensidad relacional como aquellas que tienen su desempeño en Atención Primaria o Urgencias. Ya lo estamos viendo en la elección de plazas MIR donde la especialidad médica que nutre los servicios de urgencias o la atención primeria, la medicina de familia, pierde atractivo de forma alarmante.

Enfermo/as sin médico/as. Es grave que la ciudadanía acose y exija de forma no realista resultados a lo/as profesionales que los atienden, pero todavía lo será más que lo/as profesionales decidan abandonar a las personas que demandan atención a su suerte con comportamientos evitativos extremos como el maltrato a lo/as enfermo/as o una excesiva complacencia con sus demandas. Ambos extremos son nefastos y empiezan a observarse entre algunos sanitarios. Actitudes de resentimiento hacia los enfermos y sus demandas, consideradas exageradas o inapropiadas, pueden impedir la necesaria empatía y comprensión

que requiere la asistencia sanitaria. Si el profesional se siente desbordado e impotente ante las exigencias irrealizables de certidumbre, efectividad y rapidez por parte de lo/as pacientes su reacción puede ser con frecuencia defensiva. Esta actitud es igual de peligrosa para la salud de los pacientes que la contraria, bajar los brazos y aceptar acríticamente cualquier demanda de tiempo asistencial o intervenciones que el profesional no considera indicadas solo por la demanda del/a usuario/a.

Es urgente que la organización sanitaria cuide la salud emocional de sus profesionales. La salud laboral se centra en los accidentes laborales y la detección y atención al profesional quemado, desbordado o angustiado que sigue trabajando es inexistente.   

Añoranza del paternalismo. Lo/as profesionales sanitario/as, por otra parte, pueden caer en la tentación de desear un regreso a un pasado que no volverá: pacientes callados, que nunca ponían en tela de juicio al profesional, con los que no era necesario justificar las decisiones, etc. Esa sumisión y la relación paternalista ha sido superada para bien. Por eso es necesario que lo/as profesionales no interpreten la mayor horizontalidad en las relaciones como un problema. Mejorar la reflexión ética que permitió superar el paternalismo o formar en capacidades comunicacionales de los profesionales es otra tarea urgente que no puede relegarse si se quieren buscar soluciones de largo alcance más allá de las, por otra parte, necesarias, relacionadas con la seguridad o lo punitivo.

2- Cambios en la relación ciudadano-institución

Transparencia y participación. La crisis en los modelos tradicionales de relación, que puede estar en la base de la progresiva conflictividad, alcanza también a la existente entre ciudadanía e instituciones. Una sanidad pública moderna debe adaptarse a una ciudadanía que cada vez exige más transparencia, mejor información, más participación o mayor accesibilidad. Es la organización sanitaria, por ejemplo, la responsable de informar sobre tiempos de espera para pruebas, consultas o intervenciones quirúrgicas. No es aceptable que la Consejería de Salud siga dando información sobre listas de espera semestralmente cuando, como hemos denunciado desde la ADSP-RM[12], existen agujeros asistenciales de colapso que requieren actuaciones inmediatas por parte de las autoridades. Esas actuaciones urgentes deberían ser notificadas a la ciudadanía por todos los canales y no dejar a lo/as profesionales de primera línea (como administrativos, facultativo/as de atención primaria o trabajadoras sociales) que se enfrenten a personas angustiadas que esperan sus citas. De igual forma, en los Servicios de Urgencias, la información debe ser responsabilidad de la organización no de los profesionales sobrepasados. Informar periódicamente de “todo estable”, “seguimos con los estudios” o del tiempo aproximado de espera antes de la atención, debería introducirse en los protocolos asstenciales, con personal específico para llevarlo a cabo.  

En esta línea, el sistema sanitario debería rendir cuentas de sus resultados de manera que la ciudadanía conozca la efectividad comparada de la organización de salud. La comparación del desempeño no solo debe hacerse entre áreas de salud dentro de la comunidad autónoma sino con los resultados de otras comunidades o países. La ADSP-RM, desde hace años, intenta a través de sus informes de situación establecer el estado de la cuestión, pero sería importante que esta función de rendición de cuentas fuera institucional y estuviera liderada por la administración sanitaria. Ello evitaría discursos excesivamente críticos por parte de ciudadanos que parecen no ver o, simplemente, ignoran, los importante avances y beneficios que el sistema sanitario público regional aporta a la población murciana; y, por otra, permitiría detectar áreas de mejora como el, para nosotros, ejemplar reciente informe del Servicio de Planificación y Financiación Sanitaria, Intervención quirúrgica temprana en la fractura de cadera. Región de Murcia, 2016-2022” que mostraba la necesidad de mejorar los tiempos de respuesta quirúrgicos en los hospitales de la Región[13]. Que el propio sistema tenga mecanismos para detectar áreas de mejora en su desempaño solo generará confianza en la sociedad y, sin duda, reducirá el nivel de conflictividad en las relaciones ciudadanía-institución sanitaria que, cuando son elevadas, casi siempre, acaban pagando los profesionales

Mejora de las condiciones de trabajo. En la búsqueda de soluciones, desde la ADSP-RM también echamos de menos un análisis que reconozca que sin una mejora en las condiciones en las que lo/as profesionales desempeñan su actividad no será posible reducir la violencia. Enfermeras precarizadas, médicas de familia con un número de consultas imposible, celadores en urgencias saturadas o administrativas de centros de salud colapsados no tienen unas condiciones de trabajo que permitan atender adecuadamente a lo/as usuario/as. Es sumamente injusto que se realice un análisis exclusivamente individual cuando se detectan casos de violencia. También las estrategias de prevención y ayuda tienen un enfoque fundamentalmente individual. Como si la agresión no hubiera ocurrido en un contexto laboral determinado. Por ejemplo, los informes de la administración no ofrecen información sobre el tipo de contrato de la profesional agredida (sabemos que cuando existe una relación de tiempo entre la profesional sanitaria y el paciente las agresiones son más raras), la demanda media de la médica de familia insultada, el número medio de enfermos por profesional en el servicio de urgencias del celador empujado o la administrativa insultada. Las frustraciones de los ciudadano/as con la institución debido a causas evitables si las condiciones laborales fueran mejores se desplazan hacia el agente cautivo, el/la profesional.

El peligro de la inequidad. Los enfoques estrictamente individuales del problema ignoran también que suelen ser personas pertenecientes a colectivos con peores condiciones socioeconómicas los que más agreden. El nivel educativo de la ciudadanía no se distribuye por igual en la sociedad y es menor entre los colectivos con menos recursos y condiciones de vida más precarias. Estas personas, al tener menor acceso a niveles superiores educativos, suelen tener menos recursos personales para enfrentarse a la incertidumbre o la

frustración, además de sufrir más enfermedades y tener, estas, peor pronóstico. Cualquier medida punitiva que ignore estos condicionantes sociales, por tanto, solo conseguirá discriminar al ya discriminado por la lotería de la vida, aumentando la brecha social y distribuyendo de forma no ponderada las medidas punitivas que, en nuestra opinión, deben siempre considerar posibles atenuantes sociales.

Propuestas

Ninguna agresión a un/a profesional está justificada y se deben hacer todos los esfuerzos por evitarlas. Las medidas de prevención, incremento de la seguridad, notificación, concienciación social, castigo al agresor y apoyo a la persona agredida son imprescindibles, pero, visto el incremento incesante de las agresiones, no suficientes.

Existe un contexto social, profesional e institucional que favorece la conflictividad. Expectativas irreales y formas de uso consumista de los servicios sanitarios por parte de la ciudadanía conducen a actitudes reactivas defensivas inadecuadas por parte de profesionales que desempañan su labor, en condiciones de trabajo imposibles, para instituciones opacas, insensibles con las necesidades de la población y que no dan oportunidades de participación. Es una tormenta perfecta que estrategias estrictamente individualistas del problema no están abordando. 

Por eso, además de apoyar lo que se está haciendo en la administración sanitaria murciana, desde la ADSP-RM proponemos que se amplíe el foco con medidas que vayan a la raíz del problema, a las causas de las causas:

  1. Intervenciones comunitarias lideradas por las instituciones sanitarias (administración, sociedades científicas, colegios profesionales…) que junto con organizaciones de la sociedad civil (asociaciones de usuarios, ONGs, etc..) generen una reflexión colectiva sobre los fines y los medios de la atención sanitaria así como los determinantes comerciales, científicos y profesionales interesados en incrementar el consumo sanitario a través de campañas de comunicación que generan miedos y expectativas irracionales.
  2. Las tasas de síntomas emocionales como ansiedad o depresión son sustancialmente más elevadas entre los profesionales sanitarios que entre la población general. Esto habla de niveles de estrés laboral y burn out que deben tener respuesta por parte de los departamentos de recursos humanos y salud laboral. Es importante que existan estrategias para cuidar a los cuidadores que no sean solo reactivas (cuando algún profesional es agredido) sino proactivas, es decir, se adelanten al conflicto y la agresión.
  3. La formación en bioética o comunicación junto con el fomento de grupos de discusión entre pares (tipo grupos Balint) son herramientas fundamentales para que lo/as profesionales se adapten y puedan enfrentarse a la creciente complejidad del sistema de salud
  4. El sistema sanitario tiene muchas tareas pendientes en relación con sus sistema de gobierno: transparencia, rendición de cuentas o la participación ciudadana son elementos con capacidad para reducir la conflictividad. Una organización opaca, insensible o no permeable a la participación ciudadana favorece la conflictividad.
  5. Los análisis de casos no pueden seguir centrados en los aspectos individuales ignorando las condiciones de trabajo en las que los profesionales desempañan su actividad. Es cruel dar palmaditas de apoyo a los profesionales agredidos mientras son lanzados de nuevo a condiciones laborales imposibles que impiden una actividad profesional tranquila y sosegada
  6. Las estrategias de prevención y apoyo deben ser sensibles a las condiciones socio-económicas de los agresores. En caso contrario solo se incrementará la inequidad y, probablemente, las reacciones violentas de colectivos que se sienten marginalizados y desprotegidos           

[1] U.S. Bureau of Labor Statistics. Workplace Violence in healthcare, 2018 https://www.bls.gov/iif/factsheets/workplace-violence-healthcare-2018.htm

[2] https://www.sanidad.gob.es/areas/profesionesSanitarias/agresiones/docs/008.pdf

[3] Brigo F, Zaboli A, Rella E, et al. The impact of COVID-19 pandemic on temporal trends of workplace violence against healthcare workers in the emergency department. Health Policy. 2022;126(11):1110-1116. doi:https://doi.org/10.1016/j.healthpol.2022.09.010

[4] Rosenman KD, Kalush A, Reilly MJ, Gardiner JC, Reeves M, Luo, Z. How much work-related injury and illness is missed by the current national surveillance system? J Occup Environ Med. 2006;48(4):357-365.

[5] https://www.sanidad.gob.es/areas/profesionesSanitarias/agresiones/docs/Informe_Agresiones.2022.pdf

[6] Serrano Vicente MI, Fernández Rodrigo MT, Satústegui Dordá PJ, Urcola Pardo F. Agresiones a profesionales del sector sanitario en España, revisión sistemática [Agression to health care personnel in Spain: a systematic review]. Rev Esp Salud Publica. 2019;93:e201910097. Published 2019 Oct 2.

[7] Lim MC, Jeffree MS, Saupin SS, Giloi N, Lukman KA. Workplace violence in healthcare settings: The risk factors, implications and collaborative preventive measures. Ann Med Surg (Lond). 2022;78:103727. Published 2022 May 13. doi:10.1016/j.amsu.2022.103727

[8] https://www.laverdad.es/murcia/agresiones-sanitarios-disparado-region-murcia-pandemia-20240203074301-nt.html

[9] Lim MC, Jeffree MS, Saupin SS, Giloi N, Lukman KA. Workplace violence in healthcare settings: the risk factors, implications and collaborative preventive measures. Ann Med Surg. 2022;78(78):103727. doi:https://doi.org/10.1016/j.amsu.2022.103727

[10] Somani R, Muntaner C, Hillan E, Velonis AJ, Smith P. A systematic review: effectiveness of interventions to de-escalate workplace violence against nurses in healthcare settings. Saf Health Work. 2021;12(3):289-295. doi:https://doi.org/10.1016/j.shaw.2021.04.004

[11] https://www.sanidad.gob.es/areas/profesionesSanitarias/agresiones/docs/008.pdf

[12] https://adspmurcia.org/tag/listas-de-espera/

[13] https://sms.carm.es/ricsmur/handle/123456789/13164

Las guardias de 24 son un problema de salud para profesionales y ciudadanos

Respuesta a las declaraciones del Consejero de Sanidad sobre la inviabilidad de abordar reformas en relación con las guardias de 24 horas  

El Consejero de Sanidad Juan José Pedreño ha declarado que es “inviable” abordar las reformas necesarias para eliminar o, al menos, limitar progresivamente las guardias de 24 horas por el déficit de médicos existente. Así mismo ha señalado que está de acuerdo con mejorar las condiciones laborales de los médicos pero que, en este momento, “el problema serio que tenemos en este país es el déficit de médicos. Reducir el horario de guardias supone un incremento de plantillas”  

Desde la ADSP-RM lamentamos que el Consejero de Sanidad defina el problema de las guardias de 24 horas como exclusivamente relacionado con la “mejora de las condiciones laborales”. En realidad las guardias de 24 horas tienen un profundo y grave impacto tanto en la salud de lo/as profesionales como de los pacientes.

Numerosos estudios realizados en profesionales que hacen guardias han demostrado un peor desempeño clínico durante las mismas, fruto del cansancio físico y la fatiga mental, con incremento de los eventos adversos prevenibles, incluyendo problemas graves evitables en los enfermos atendidos. De igual modo la salud de lo/as profesionales se ve gravemente afectada por un aumento tanto de los accidentes de todo tipo tras las guardias (incluyendo los de tráfico) como de los riesgos laborales (por ejemplo pinchazos y contacto con líquidos corporales de los enfermos en las especialidades quirúrgicas). También la salud mental de lo/as profesionales que hacen guardias se ve afectada: mayor tasa de depresión, ansiedad o de síndrome de “burn out” (profesional quemado). Entre lo/as facultativo/as de urgencias, especialidad especialmente afectada por las guardias, los síntomas de burn out pueden detectarse entre el 60 y el 85% de las plantillas lo que también se ha vinculado a peores resultados clínicos con los pacientes.

Desde la ADSP-RM creemos que la iniciativa del Ministerio de Sanidad ha tenido la consecuencia positiva de que se plantee el debate público acerca de un problema identificado desde hace años en la literatura médica. Lamentamos que el Consejero de Sanidad circunscriba el problema a un asunto laboral e intente cerrarlo aludiendo a la falta de profesionales. Aun reconociendo la existencia de problemas estructurales, lo adecuado sería trasmitir a la opinión pública y los profesionales su empatía y preocupación por la repercusión que las guardias tiene en la salud de lo/as facultativo/as y el riesgo que supone para los pacientes así como garantizar que se están tomando medidas para minimizar el impacto negativo de esta modalidad laboral.

Acciones como la evaluación de eventos adversos vinculados específicamente a las guardias, iniciativas preventivas para reducir riesgo de equivocaciones a través de medidas de seguridad de procesos, intervenciones de salud laboral para ponderar el impacto de las guardias en lo/as profesionales de las especialidades más afectadas o estrategias corporativas para garantizar que la actual organización es la óptima, parece una mejor respuesta que el cierre en falso de un debate necesario que ha realizado el Consejero cuando ha circunscrito el asunto a un problema laboral y no de calidad asistencial y salud de profesionales y pacientes.

Junta Directiva ADSP-RM 

Tras la reunión en la Consejería de Salud

Reunión de Junta Directiva de ADSP-RM con las máximas autoridades de la Consejería de Salud (21 de marzo de 2024)

Decepcionante respuesta a la mayoría de las propuestas planteadas: del desconocimiento al menosprecio pasando por el “estamos trabajando en ello”

En la mañana del día de hoy 21 de marzo, miembros de la junta directiva de la ADSP RM (Abel Novoa, Presidente; Juan Antonio Sánchez, Vicepresidente y Mario Soler, Secretario) han mantenido una reunión con las máximas autoridades de la Consejería de Salud (Juan José Pedreño, Consejero y Andrés Torrente, Secretario General) y del Servicio Muriano de Salud (Isabel Ayala, Gerente)

El objetivo de la reunión era obtener respuesta a 18 propuestas muy concretas presentadas por escrito en reunión celebrada en octubre de 2023. Las propuestas estaban relacionadas con aspectos que, a juicio de la Junta directiva de la ADSP, tras el análisis realizado en el informe “El estado del malestar”, eran prioritarios considerando factibilidad e importancia ciudadana (ver Tabla 1). Muchas de esas peticiones coincidían con las conclusiones del Informe del CES sobre Atención Primaria publicado el pasado viernes día 15 y llevado a cabo por un acreditado grupo de investigación en economía de la salud de la Universidad de Murcia La respuesta ha sido francamente decepcionante considerando que las demandas fueron explicitadas hace 5 meses tras los cuales ha habido tiempo de sobra para que haya resultados diferentes al “estamos trabajando en ello” si existiera verdadera voluntad política.

Ha sido especialmente desconcertante la respuesta respecto a la no publicación de las listas de espera ya que el consejero ha menospreciado la importancia para la ciudadanía de dicha publicación o justificado la no utilidad de una menor periodicidad. El retraso sobre la periodicidad comprometida de 6 meses (van 9 meses desde junio de 2023, los últimos resultados conocidos) ha sido explicado de una manera que parece algo despreciativa con el interés de la ciudadanía y la opinión pública por este importante indicador de efectividad del sistema público de salud (ver Tabla 1). La pertinencia del Observatorio de Resultados del SMS ha sido puesto en duda (“una iniciativa tomada hace tiempo que hay que revisar”) y de nuevo “estamos trabajando en ello”        

Tabla 1: Propuestas de la ADSP-RM presentadas en octubre de 2023 a la Consejería de Salud y SMS y respuesta obtenida en reunión de marzo de 2024

Por rescatar algo positivo:

  • Las reuniones celebradas de los Consejos de Salud de Áreas (dos anuales) aunque no publicados en la página de Murcia Salud (ver últimas actas publicadas en Tabla 2) según informa la Gerente del SMS

Tabla 2: Actas de Consejos de Salud publicadas por Áreas (tomado de https://www.murciasalud.es/web/consejos-de-salud-de-area

ÁREAFECHA ACTA PUBLICADA EN MURCIA SALUD
Área I11/2017
Área II12/2023
Área III1/2024
Área IV06/2018
Área V11/2017
Área VI  07/2018
Área VII  11/2022
Área VIII  05/2022
Area IX  04/2022
  • La voluntad de la Gerente del SMS por revertir con carácter inmediato las instrucciones dadas a los Centros de Salud que impiden una atención adecuada a los inmigrantes no regularizados

La opinión unánime de los miembros de la Junta de la ADSP-RM es que los altos directivos sanitarios no se han preparado la reunión y que han improvisado las respuestas. En ningún caso puede considerarse que haya habido preocupación por atender las demandas realizadas hace 5 meses. Solo podemos interpretar esta actitud como menosprecio a valores fundamentales de buen gobierno como son la rendición de cuentas, el diálogo y el respeto a organizaciones de la sociedad civil que realizan legítimamente una función de control e incidencia política.

El sistema de salud es un bien común que no pertenece a las personas que en cada momento tienen la responsabilidad de gestionarlo sino a la ciudadanía y como parte de la misma la ADSP tiene derecho a solicitar explicaciones y recibir respuestas que vayan más allá del “estamos trabajando en ello”.

La reunión fue cambada hasta en dos ocasiones de fecha por problemas de agenda. Nuestra sorpresa ha sido que tras poco más de 1 hora de reunión el Consejero ha comunicado que tenía un compromiso ineludible. Entendemos la apretada agenda del Consejero pero esperábamos que los dos cambios propuestos hasta la reunión definitiva hubieran permitido un encuentro en la que hubiera sido posible tratar todos los temas o que, al menos, se nos hubiera advertido al principio de la limitación de tiempo.

El nivel de interlocución demostrado, ante solicitudes que consideramos razonables y factibles, muchas compartidas por acreditados académicos, así como el poco tiempo dedicado a una reunión cambiada de fecha hasta en dos ocasiones, habla de cierta actitud soberbia y, lo que es más grave para un responsable político, una sensación de impotencia (con explicaciones enrevesadas y continuas excusas poco convincentes) y de falta de ideas sobre aspectos tan importantes para el sistema sanitario público como es la labor de planificación, de mejora de la eficiencia o de respeto a valores de buen gobierno como la transparencia, rendición de cuentas o la participación.

NOTA: Nuestras críticas no son a las personas a las que, por supuesto, respetamos sino a los cargos que representan y la actitud institucional que trasmiten.