INFORME El estado del malestar. Una mirada crítica a la situación sociosanitaria murciana

Hace cuatro años que publicamos “Murcia, enferma de pobreza (2019)”, nuestro Informe sobre el estado de la Salud en la Región de Murcia, en el que poníamos el foco en los determinantes sociales y económicos como origen de la mala salud murciana, y ofrecimos más de 50 propuestas para mejorar sistema sanitario y niveles de salud.

De nuevo ahora ofrecemos “El Estado del Malestar (2023)”, un análisis actualizado de la situación socio-sanitaria regional con una serie de prioridades y propuestas dirigidas a la mejora de nuestro sistema sanitario para los próximos cuatro años.

A pesar de que la población de la Región de Murcia es la más joven del conjunto de Comunidades Autónomas, tener un gasto sanitario público real per cápita mayor que la media del estado y una utilización del sistema elevado (atención primaria y urgencias), sus resultados en salud se encuentran entre los peores de España, tanto en mortalidad (enfermedad cerebrovascular e isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes, Alzheimer) como en morbilidad (hipertensión, diabetes, enfermedad mental, hospitalizaciones por enfermedad cerebrovascular, interrupción voluntaria del embarazo en mujeres de menos de 20 años).

Por otra parte, las actuaciones en Salud Pública tampoco consiguen disminuir las altas tasas de sedentarismo, tabaquismo, obesidad y sobrepeso ni los embarazos no deseados, todos con indicadores entre los peores de España.

Persisten también muy malas cifras socioeconómicas – con elevadas tasas de pobreza, precariedad laboral y bajo nivel educativo -, entre las peores del conjunto de las autonomías.

Son además especialmente preocupantes las altas tasas de dependencia y discapacidad grave así como los altos porcentajes de riesgo de mala salud mental y la prevalencia de enfermedad mental más elevada del conjunto de las Comunidades Autónomas, con un grave empeoramiento en los últimos años, muy especialmente en las mujeres.

Todo lo anterior tiene relación con la pésima gobernanza política de un sistema sanitario que genera el peor déficit económico sanitario en España desde hace décadas por falta de adecuación de los presupuestos al gasto real y que mantiene grandes desigualdades territoriales. Un sistema sanitario poco eficiente con ausencia de acciones intersectoriales que mejoren las condiciones de vida de las personas y con ello también su salud.

Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad de la Región de Murcia (ADSP-RM), hemos hecho el esfuerzo de identificar CINCO ÁREAS ESTRATÉGICAS DE ACTUACIÓN cuya mejora consideramos prioritaria y proponemos acciones concretas para cada una de ellas:

1. MEJORAR LA GOBERNANZA DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO, mediante un Plan de Salud para 5 años fruto de un pacto político en la Asamblea Regional, reduciendo la ineficiencia del gasto sanitario para mejorar la salud de la población y apostando decididamente por la transparencia y la participación ciudadana.

2. REORIENTAR EL SISTEMA DE SALUD A UNA ATENCIÓN PRIMARIA REFORZADA, con un presupuesto finalista en cada Área Sanitaria, con Gerencias propias y asignando el 25% del gasto sanitario, abriendo todos los centros de salud en horario de tarde mediante turnos deslizantes, y centrando su actividad en prácticas de valor y no en “la demanda”.

3. ACABAR CON LAS DESIGUALDADES TERRITORIALES, estableciendo criterios claros de asignación de recursos y promoviendo la descentralización de los servicios de salud, considerando eficiencia y demanda. Promover la implicación activa de la sociedad, involucrando a la ciudadanía para el diseño y la implementación de políticas sanitarias que garanticen que sean atendidas las necesidades en cada territorio.

4. MEJORAR LA ATENCIÓN A LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL, teniendo muy presente que la prevalencia de enfermedad mental depende fundamentalmente del contexto social en el que viven las personas, debiendo fomentarse políticas públicas transversales dirigidas a mejorar las condiciones de vida de la población.

5. MEJORAR LA ATENCIÓN A LA CRONICIDAD Y A LAS PERSONAS MAYORES mediante la elaboración urgente de un Plan Regional de Atención a las Personas con Enfermedades Crónicas Complejas así como una Estrategia Regional de Coordinación Sociosanitaria que contemplen que la atención debe realizarse de forma proactiva desde la Atención Primaria, en los domicilios y las residencias, respondiendo a los deseos y valores de los enfermos y estableciendo vías asistenciales específicas, con la dotación de recursos humanos y estructurales necesarios

La Sanidad Pública es un derecho que necesita ser defendido por la ciudadanía – ADSP Murcia en RTVE

Entrevista completa en RTVE.es

OCTUBRE 2021. Tras año y medio de pandemia, podemos analizar que las gravísimas consecuencias que ha conllevado habrían sido muchísimo peores si no hubiéramos tenido un sistema sanitario público fuerte. Nuestro sistema ha sabido adaptarse a situaciones difíciles y ha podido responder al reto asistencial que ha supuesto esta crisis. Sin duda, un sistema sostenido por unos profesionales sanitarios empleados en cuerpo y alma en reducir los efectos de la pandemia.

Sin embargo, también detectamos los fallos de un sistema que ya se encontraba al límite de su capacidad, y que no estaba preparado para afrontar una crisis como ésta. Fallos que podríamos resumir en estas cuatro reivindicaciones:

  • REFORZAR LA ATENCIÓN PRIMARIA, con presupuestos suficientes y finalistas, que destinaran un mínimo del 20% del gasto sanitario e incluso alcanzar el 25% en unos años (actualmente, gastamos un 14% en Primaria);
  • MEJORAR LA COOPERACIÓN entre la dirección de Salud Pública y el Servicio Murciano de Salud, fundamentalmente con el nivel de Primaria;
  • REFORZAR EL SISTEMA DE SALUD MENTAL, en situación de déficit crónico y ahora más debilitado con la pandemia;
  • DAR PARTICIPACIÓN A LA CIUDADANÍA, para cambiar nuestra concepción del sistema. El ciudadano no debe ser entendido como mero receptor de servicios sanitarios, al contrario hay que poner al usuario en el centro del sistema dándole protagonismo en la mejora de ese sistema, para que por ejemplo, pueda proponer estrategias de promoción de la salud de la comunidad en que vive.

“La Sanidad Pública debe ser una herramienta para la reducción de las desigualdades sociales”

Además de las necesidades de inversión en atención primaria, en salud mental o en salud pública, también detectamos un GASTO INEFICIENTE a menudo definido por múltiples intereses ajenos a la salud de la ciudadanía. Es preciso ajustar el gasto en aquellas inversiones que realmente aporten salud a la población. En este sentido, por ejemplo la compra de 4 robots quirúrgicos con un precio millonario más su gasto fungible y de mantenimiento, quizá no responda a una necesidad de los murcianos; o quizá hubiera sido preciso tan sólo un robot, para poder destinar mejor el dinero a la promoción de salud, la prevención de enfermedades y otras acciones.

Otro problema importante lo crean las grandes DESIGUALDADES DE ACCESO al sistema sanitario. Además de las crecientes LISTAS DE ESPERA para consultas con especialistas, intervenciones quirúrgicas, o para pruebas diagnósticas que sufren la población, existen importantes diferencias entre áreas sanitarias, siendo el área 3 de Lorca la que presenta peores demoras. Pero incluso ahora, con el descuido sobre la atención primaria, se están acumulando también demoras de muchos días para poder acudir al médico de familia, lo que supone una grave e inaceptable barrera para los pacientes. Creemos que el sistema sanitario debería invertir recursos para resolverlo.

Y un fenómeno relacionado con las deficiencias del sistema público es la mayor PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD. El aumento del aseguramiento privado reforzado por el apoyo de insistentes aparatos publicitarios, y la mayor concertación de servicios que dejan de realizarse en centros públicos. Al respecto de los conciertos, creemos que han de ser lo más pequeños posibles y deben estar limitados a determinadas prestaciones con una especial vigilancia de la calidad de los servicios prestados.

Por último, existen necesidades básicas de salud que todavía no son ofrecidas por el sistema público, como LA SALUD DENTAL O EL CUIDADO DE LA VISTA, lo que obliga a los ciudadanos a acudir a entidades privadas. Pensamos que para reducir las desigualdades en salud, deberían estar disponibles al menos para la población más desfavorecida.

La Sanidad Pública es un bien público que en función de las políticas aplicadas, puede estar en grave riesgo, y por tanto, necesita ser defendida por una ciudadanía vigilante de la integridad de sus derechos.