Contra la externalización de los servicios sanitarios

La revista Gaceta Sanitaria publicó en el número de enero de este año un artículo de revisión titulado “The case against outsourcing from healthcare services” realizado por dos investigadores de la Universidad de Oxford, Benjamin Goodair y Aaron Reeves, en el que abordan, tras un extenso análisis bibliográfico, cuales han sido las consecuencias para la salud de la subcontratación, o externalización de los servicios sanitarios públicos. Los mismos autores han publicado recientemente en la revista The Lancet los resultados de la revisión sistemática realizada . A continuación, por su interés, presentamos una breve síntesis

La contratación externa de servicios de atención médica con empresas privadas se ha vuelto cada vez más común en los servicios financiados con fondos públicos. El envejecimiento de la población junto a la disminución del apoyo a impuestos más elevados generó la percepción  de que los gobiernos no podían  invertir más en los sistemas de salud, y esto llevó a buscar aumentos de eficiencia con el fin de proporcionar la misma atención, pero con menos dinero. La hipótesis era que, introduciendo mecanismos de mercado en la provisión de salud financiado con fondos públicos, se generaría competencia entre proveedores y que esto los incentivaría a ofrecer servicios de alta calidad al mismo precio. Sin embargo,los resultados de la investigación resumida en este artículo, con estudios desarrollados en Europa y en América del Norte, son muy preocupantes.

En la práctica, la introducción de esos mecanismos de mercado rara vez ha producido los resultados esperados. Los estudios revisados muestran que los aumentos en la externalización se corresponden con incrementos en las tasas de mortalidad por causas tratables. Dado que no es posible la aleatorización de los pacientes atendidos en servicios con provisión pública y privada, no se puede afirmar que haya una relación causal de este incremento de mortalidad, pero los hallazgos encontrados nos indican que la externalización de la asistencia en vez de incrementar la eficiencia puede ser perjudicial para la salud de la población.

A la pregunta de por qué la externalización puede provocar peores resultados de salud en la población y entre los usuarios de servicios los autores ofrecen dos  explicaciones sustentadas en la investigación realizada.

La primera explicación se refiere a la diferente calidad entre proveedores. Los proveedores de propiedad pública en áreas tan diversas analizadas como residencias de ancianos, servicios de ambulancias, servicios de cuidado de niños, servicios de limpieza, hospitalaria y atención psiquiátrica proporcionan una atención de mejor calidad que las empresas de propiedad privada que prestan el mismo servicio. Los proveedores privados ofrecen en sus servicios, comparados con los públicos, menos personal con una menor capacitación y con peores condiciones de trabajo. A la vez, los proveedores privados que se introduzcan en un servicio de salud nacionalizado también tendrán una curva de aprendizaje para alcanzar los mismos niveles de calidad y eficiencia que los de la prestación pública.

La segunda explicación está relacionada con el efecto en cadena o dominó que se produce sobre la capacidad de los proveedores estatales de prestar servicios de atención sanitaria, con la privatización y la existencia de mercados mixtos . Una crítica común a los sistemas de mercado mixto es que los proveedores privados atienden pacientes con menos complicaciones, inflando así artificialmente la eficiencia de los proveedores con fines de lucro y con las repercusiones que estos sesgos de selección pueden tener en el conjunto del sistema sanitario.. 

Los efectos negativos de la externalización en la salud no sólo se observan en la prestación directa de atención médica, sino que también pueden estar presentes en la financiación de infraestructuras o en los servicios de consultorías de gestión en los hospitales públicos, sin que tampoco se hayan demostrado mejoras en estos ámbitos con la introducción de  mecanismos de privatización. 

Aunque teóricamente algunas formas de subcontratación podrían ser aceptables y en determinados servicios de prestaciones sencillas sería asumible  una reducción de calidad, estos argumentos no están respaldados por pruebas que permitan identificar de forma consistente cual sería la  “buena subcontratación”. Profundizar en la estrategia de incremento de la privatización podría tener consecuencias desastrosas .

Los autores concluyen que  la externalización probablemente presenta más daños que beneficios en la mayoría de los contextos sanitarios donde se dispone de la evidencia.

Eso no solo afecta a los pacientes sino también a los responsables políticos en la toma de decisiones y cita como un ejemplo  los 8.240 millones de euros gastados por España en 2019 en la externalización sanitaria al sector privado. 

Por último plantea que, después de conocer estos resultados y  tras más de 40 años de ir en la dirección de incrementar las subcontrataciones, la actitud de los gobiernos progresistas debería ir en el sentido de desmercantilizar la atención a la salud. La percepción de los responsables de la formulación de políticas en salud de que no pueden invertir más en los sistemas de salud  ha sido perpetuada por fuentes académicas y de medios de comunicación pero no está arraigada en la evidencia. Ello implicará un esfuerzo considerable para revocar las condiciones legales y económicas que sustentan la privatización y cuyas supuestas ventajas son cuestionadas con los hallazgos de este estudio.

La Sanidad Pública es un derecho que necesita ser defendido por la ciudadanía – ADSP Murcia en RTVE

Entrevista completa en RTVE.es

OCTUBRE 2021. Tras año y medio de pandemia, podemos analizar que las gravísimas consecuencias que ha conllevado habrían sido muchísimo peores si no hubiéramos tenido un sistema sanitario público fuerte. Nuestro sistema ha sabido adaptarse a situaciones difíciles y ha podido responder al reto asistencial que ha supuesto esta crisis. Sin duda, un sistema sostenido por unos profesionales sanitarios empleados en cuerpo y alma en reducir los efectos de la pandemia.

Sin embargo, también detectamos los fallos de un sistema que ya se encontraba al límite de su capacidad, y que no estaba preparado para afrontar una crisis como ésta. Fallos que podríamos resumir en estas cuatro reivindicaciones:

  • REFORZAR LA ATENCIÓN PRIMARIA, con presupuestos suficientes y finalistas, que destinaran un mínimo del 20% del gasto sanitario e incluso alcanzar el 25% en unos años (actualmente, gastamos un 14% en Primaria);
  • MEJORAR LA COOPERACIÓN entre la dirección de Salud Pública y el Servicio Murciano de Salud, fundamentalmente con el nivel de Primaria;
  • REFORZAR EL SISTEMA DE SALUD MENTAL, en situación de déficit crónico y ahora más debilitado con la pandemia;
  • DAR PARTICIPACIÓN A LA CIUDADANÍA, para cambiar nuestra concepción del sistema. El ciudadano no debe ser entendido como mero receptor de servicios sanitarios, al contrario hay que poner al usuario en el centro del sistema dándole protagonismo en la mejora de ese sistema, para que por ejemplo, pueda proponer estrategias de promoción de la salud de la comunidad en que vive.

“La Sanidad Pública debe ser una herramienta para la reducción de las desigualdades sociales”

Además de las necesidades de inversión en atención primaria, en salud mental o en salud pública, también detectamos un GASTO INEFICIENTE a menudo definido por múltiples intereses ajenos a la salud de la ciudadanía. Es preciso ajustar el gasto en aquellas inversiones que realmente aporten salud a la población. En este sentido, por ejemplo la compra de 4 robots quirúrgicos con un precio millonario más su gasto fungible y de mantenimiento, quizá no responda a una necesidad de los murcianos; o quizá hubiera sido preciso tan sólo un robot, para poder destinar mejor el dinero a la promoción de salud, la prevención de enfermedades y otras acciones.

Otro problema importante lo crean las grandes DESIGUALDADES DE ACCESO al sistema sanitario. Además de las crecientes LISTAS DE ESPERA para consultas con especialistas, intervenciones quirúrgicas, o para pruebas diagnósticas que sufren la población, existen importantes diferencias entre áreas sanitarias, siendo el área 3 de Lorca la que presenta peores demoras. Pero incluso ahora, con el descuido sobre la atención primaria, se están acumulando también demoras de muchos días para poder acudir al médico de familia, lo que supone una grave e inaceptable barrera para los pacientes. Creemos que el sistema sanitario debería invertir recursos para resolverlo.

Y un fenómeno relacionado con las deficiencias del sistema público es la mayor PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD. El aumento del aseguramiento privado reforzado por el apoyo de insistentes aparatos publicitarios, y la mayor concertación de servicios que dejan de realizarse en centros públicos. Al respecto de los conciertos, creemos que han de ser lo más pequeños posibles y deben estar limitados a determinadas prestaciones con una especial vigilancia de la calidad de los servicios prestados.

Por último, existen necesidades básicas de salud que todavía no son ofrecidas por el sistema público, como LA SALUD DENTAL O EL CUIDADO DE LA VISTA, lo que obliga a los ciudadanos a acudir a entidades privadas. Pensamos que para reducir las desigualdades en salud, deberían estar disponibles al menos para la población más desfavorecida.

La Sanidad Pública es un bien público que en función de las políticas aplicadas, puede estar en grave riesgo, y por tanto, necesita ser defendida por una ciudadanía vigilante de la integridad de sus derechos.

Apoyamos la iniciativa ciudadana europea Derecho a una Cura COVID-19

Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) Región de Murcia, queremos animar a todas las personas a firmar esta Iniciativa Ciudadana Europea “Derecho a una Cura // Que Nadie se Lucre con la Pandemia” para solicitar a la Comisión Europea que haga todo lo que esté en su mano para que las vacunas y tratamientos COVID-19 sean considerados un bien público global, accesible a todos y todas de manera gratuita.

La ciudadanía de la Unión Europea (UE) tiene el derecho de dirigirse directamente a la Comisión Europea para proponer una reforma legislativa concreta, a través de lo que se conoce como Iniciativa Ciudadana Europea. Para que la Comisión admita y considere una Iniciativa, se necesitan 1 millón de firmas de apoyo, de ciudadanos y ciudadanas de la UE.

Sus incuestionables peticiones se resumen en estos cuatro puntos:

SALUD PARA TODOS Y TODAS

La salud es un derecho. En una pandemia, la investigación y las tecnologías deberían compartirse ampliamente, rápido, a través del mundo. Una compañía privada no debería tener el poder de decidir quién tiene acceso a tratamientos o vacunas, ni a qué precio. Las patentes otorgan a una sola compañía el poder y monopolio sobre productos farmacéuticos esenciales. Esto limita su disponibilidad e incrementa su coste para las personas que los necesitan.

¡TRANSPARENCIA YA!

La información sobre los costes de producción, las contribuciones públicas y la efectividad y seguridad de las vacunas y medicamentos debería ser pública. Los contratos entre autoridades públicas y compañías farmacéuticas también deben publicarse.

FONDOS PÚBLICOS, CONTROL PÚBLICO

Los y las contribuyentes pagan con sus impuestos enormes sumas para la investigación y desarrollo de vacunas y tratamientos. Lo que la gente paga, deber ser para la gente. No podemos permitir que las compañías farmacéuticas privaticen tecnologías médicas cruciales que han sido desarrolladas con recursos públicos.

QUE NADIE SE LUCRE CON LA PANDEMIA

Las grandes compañías farmacéuticas no deberían lucrarse con esta pandemia, a expensas de la salud de la gente. Una amenaza colectiva requiere solidaridad, no lucro privado. La financiación pública debería darse solo con la garantía de que el producto final tendrá disponibilidad y un precio asequible. No se debería permitir que el Big Pharma saquee nuestros sistemas de seguridad social.

Más Sanidad Pública en los presupuestos regionales 2021 – ADSP Murcia como Marea Blanca en Cadena SER

DICIEMBRE 2020. Recuperamos la interesante participación de Juan Antonio Sánchez @Juanssmf (ADSP Región de Murcia) y Teresa Martín @matete100 (Usuarios Sanidad Murcia) como representantes de MAREA BLANCA REGIÓN DE MURCIA en el programa A Vivir Salud de @SER_Murcia. Los contenidos de la conversación, a propósito de la Nota de Prensa emitida para demandar mayor inversión regional en Sanidad Pública, siguen estando de plena actualidad.

La Marea Blanca surgió hace una década como movimiento unitario de ciudadanos y profesionales, sociedades científicas, sindicatos profesionales y representantes políticos, para hacer frente a la privatización del sistema sanitario y defender la sanidad pública como garantía de justicia y equidad para los ciudadanos. Era una época de políticas agresivas de privatización sanitaria, de construcción de hospitales de gestión privada, de disminución de gasto sanitario y de recortes de profesionales y recursos. Siguiendo el ejemplo de Madrid y otras autonomías, en Murcia se fue conformando una red de colectivos en defensa de la salud de la población que realiza su primera concentración en febrero 2013, y que en la actualidad, reúne a más de 50 asociaciones y plataformas.

Los recortes en Sanidad matan

Este clásico lema de Marea Blanca quiso denunciar el progresivo adelgazamiento del presupuesto sanitario experimentado en los últimos diez años, el cual se notó especialmente en Atención Primaria y en Salud Pública. El gasto en salud del período 2006-2008 fue del 7.5% de PIB, mientras que la cifra descendió dramáticamente en 2015 al 5.8%. Y aunque lo percibíamos de forma puntual cada invierno durante las epidemias de gripe, ha sido ahora en momentos de crisis sanitaria cuando hemos sufrido las consecuencias de esta reducción de recursos.

A esto habría que añadir el Real Decreto 16/2012 que atacó la universalidad del derecho a la salud en nuestro país (ver informe del Observatorio sobre Exclusión Sanitaria Región de Murcia de 2015, en el que participan ambos colectivos, ADSP y Usuarios de Sanidad), instaurando una exclusión sanitaria para determinadas personas y colectivos, y extendiendo además el copago sanitario a nuevas prestaciones y grupos de población.

En 2015, desde Marea Blanca conseguimos colocar la Sanidad Pública en la agenda política mediante artículos, charlas, concentraciones y hasta debates electorales con los partidos políticos. Así, antes de las elecciones autonómicas de 2015 y 2019, ofrecimos a firmar a los principales partidos un documento de compromisos y acciones, entre ellas, la necesidad de estructuras fuertes de Salud Pública en las áreas (todavía en los presupuestos aprobados para 2020, sólo se asignaron a Salud Pública 27 millones) y la necesidad del refuerzo de la Atención Primaria de Salud (todavía hoy nos faltan tres centros de salud aprobados y sin construir, y seguimos por debajo de la media nacional en ratios de enfermería y médicos por paciente). Lamentablemente, los dos partidos que no firmaron estos compromisos son los que gobiernan actualmente la Región.

Hace unos meses, Marea Blanca intervino en la Comisión de Reconstrucción Social de la Asamblea Regional, aún estamos esperando sus conclusiones. Allí les pedimos colaboración entre los partidos, puesto que nos estamos jugando el bienestar de toda la población. Les pedimos prioridad en salud, educación, política social o economía, y les urgimos a apoyar la atención Primaria, ya que su desbordamiento supondría la quiebra del sistema sanitario como lo conocemos actualmente.

“Nos creíamos que teníamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo”

Algunos indicadores de nuestro sistema sanitario son muy valorados por otros países, como una estructura de asistencia hospitalaria de gran calidad bien coordinada con una estructura de Equipos de Atención Primaria que disponen de una extensa cartera de prestaciones. Sin embargo, otros indicadores han ido progresivamente empeorando como la infradotación de plantillas (en parte causada por la no renovación de plazas de profesionales jubilados en los últimos 3-5), o el aumento de temporalidad en forma de sustitutos e interinos.

En cualquier caso, con estos y otros recortes, el sistema llegaba a atender con dificultad las necesidades “normales” de la población. Si añadimos el cambio acontecido en los últimos 30 años en la estructura de la población, progresivamente más anciana y con más problemas de cronicidad, los recursos disponibles eran claramente insuficientes. Y finalmente, la crisis pandémica llevó al sistema a superar su límite con carencias de materiales básicos, como equipos de protección individual para profesionales, o con ausencia de protocolos sanitarios para catástrofes. Para una crisis como ésta, ya no éramos uno de los mejores sistemas del mundo.

Desde Marea Blanca, ya en 2016 solicitamos una Comisión de Investigación sobre Sanidad en Asamblea Regional, no para buscar una investigación judicial sino para realizar un análisis por parte de los parlamentarios sobre la situación del Servicio Murciano de Salud y poner en marcha soluciones a los distintos problemas. Se puso en marcha pero por desgracia no existía voluntad real, y quedó en el olvido.

“Debemos caminar unidas porque la Sanidad Pública es de todas las personas, sin importar la opción política”

Durante los primeros meses de la pandemia, Marea Blanca ha sido prudente, mostrando un apoyo responsable aunque crítico a la administración sanitaria, posicionándose junto a las autoridades y apoyando sus medidas porque comprendíamos que era una situación muy dura que nos había sorprendido a todos. Pero ese carácter crítico, que incluía la exigencia de transparencia en las decisiones y medidas adoptadas, nos mueve ahora a reivindicar actuaciones en aspectos claves para el próximo año 2021. Es el momento de denunciar situaciones persistentes de clara inequidad en la Región, como las graves diferencias en acceso a consultas médicas o pruebas diagnósticas entre áreas como Lorca y Murcia (ver sección Informes ADSP).

Queremos exigir, con prudencia y responsabilidad, el carácter público de la sanidad para poder blindarla con presupuestos reales que permitan su mejora, conseguir consolidar plantillas, y mejorar la participación de la comunidad en el sistema sanitario. En este sentido, es un ejemplo de participación la Comisión de Salud Comunitaria de Molina de Segura, donde ciudadanos y profesionales trabajan juntos detectando carencias y proponiendo soluciones para mejorar la salud de la población molinense.

Pero el camino de la concienciación social, para conseguir que los ciudadanos exijan a los políticos un cambio en la gestión sanitaria, se ha complicado con la pandemia. Ya no es posible convocar grandes manifestaciones y hay que encontrar nuevas formas de denuncia y reivindicación. En este nuevo escenario, optamos por pequeñas concentraciones que conciencien a la población y transmitan cómo reorientar la inversión sanitaria y los recursos del sistema hacia las prioridades reales de la ciudadanía.

Entre estas prioridades, es fundamental conseguir la unidad de todas las personas bajo la máxima de que la sanidad es de todas, independientemente de su opción política. También es clave reactivar el Plan de Salud Mental de la Región, paralizado en pandemia cuando más necesidades de salud mental está presentando la población. Y por supuesto, aprobar unos presupuestos ajustados a la realidad de pandemia que vivimos, enfocados a la mejora de la Primaria y la Salud Pública para reducir la incidencia de COVID19, para garantizar los profesionales necesarios en Primaria, para reenfocar sus actividades hacia la comunidad, y para mejorar la asistencia sanitaria que se ofrece en los centros socio-sanitarios (de mayores y de otras personas dependientes).

Todo esto nos va a permitir mejorar la calidad de vida y revertir las desigualdades de la población en la Región, las cuales se han acrecentado durante la pandemia. Y en este camino de reinvindicación, el espíritu de la Marea Blanca y sus muchos colectivos reunidos no es sólo denunciar sino hacer propuestas de mejora para que los responsables políticos de la salud regional nos escuchen, las presupuesten y se pongan en marcha.

ADSP Murcia organiza un diálogo público sobre salud, pobreza, equidad y pandemia

ABRIL 2021. Bajo el título de “Pobreza, equidad y pandemia”, esta Mesa Redonda celebrada en formato on-line y de participación abierta, nos permitió conversar con profesionales sanitarios, con miembros activos en estructuras de participación ciudadana, con colectivos de pacientes y sociedades científicas, con representantes de partidos políticos y organizaciones sindicales… sobre los retos a los que se enfrenta la Sanidad Pública murciana.

En un PRIMER BLOQUE, Juan Antonio Sánchez (@Juanssmf) presentó nuestro informe “MURCIA, ENFERMA DE POBREZA“, el cual recogía ya en 2019 la deficitaria situación de salud en la Región.

En un SEGUNDO BLOQUE, Carmen Nicolás resaltó el importante trabajo de las enfermeras durante la pandemia, defendió el necesario cambio en el paradigma de cuidados del actual modelo hospitalocentrista, y denunció las graves carencias asistenciales, especialmente hacia las personas mayores, durante la pandemia.

En un TERCER BLOQUE, Mario Soler (@TorrojaMario) compartió un primer borrador de lo que serían nuestras PROPUESTAS PRIORITARIAS EN DEFENSA DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO PARA EL PRÓXIMO BIENIO 2021-22, para abrir el debate y confeccionar entre todas las asistentes la hoja de ruta de la asociación.

En un CUARTO BLOQUE, las personas que nos acompañaron en la mesa redonda pudieron compartir sus aportaciones y resaltar aquellos aspectos estratégicos para mejorar el sistema sanitario público regional.

José Antonio Peñalver, psiquiatra y diputado por el Partido Socialista en la Asamblea Regional, destacó la necesidad de CREACIÓN DE PLAZAS ESTRUCTURALES EN ATENCIÓN PRIMARIA, lo que permitiría adecuar las ratios de personal sanitario a las necesidades reales de salud de la población.

Tanto José Antonio como Delia Topham y Rosa Garrigós, presidenta y coordinadora de la Federación de Salud Mental de la Región de Murcia, insistieron en la NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA DE SALUD MENTAL, como recoge el Dictamen de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, que incremente significativamente la inversión, configure un verdadero sistema integral de atención, combata la estigmatización y garantice los derechos de las personas con problemas de salud mental, con un enfoque de género puesto que la mujer ha soportado las principales cargas de trabajo durante la pandemia y ha seguido sufriendo las consecuencias de la violencia de género

De forma especial, reivindicaron la presencia de PSICÓLOGOS CLÍNICOS EN ATENCIÓN PRIMARIA, profesionales que garanticen la atención ágil y rápida de trastornos mentales antes de que éstos escalen o se cronifiquen. Es preciso el abordaje comunitario de la salud mental desde Primaria, organizando actividades en la comunidad a la que pertenecen, en colaboración con los ayuntamientos, las asociaciones de vecinos o los centros culturales y educativos. En suma, establecer una red comunitaria de apoyo que ayude a mejorar a las personas con trastornos de salud mental.

Delia también propuso investigar y profundizar en las causas que hay detrás de la REDUCIDA ESPERANZA DE VIDA DE LAS PERSONAS CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL. Esta reducción puede llegar a ser hasta 10-15 años inferior a la población general, y se atribuye generalmente a la medicación, el consumo de tóxicos o el sedentarismo. Pero también existen otras patologías no mentales que se asocian y pueden pasar desapercibidas.

Rosa recordó la moción aprobada en Asamblea Regional el pasado mes de diciembre, que instaba al Gobierno regional a realizar un plan autonómico de PREVENCIÓN DEL SUICIDIO, de la que aún no se sabe nada. También insistió en un cambio de modelo de centros psiquiátricos que evite las macro-residencias, fomentadas por cuestiones económicas pero que impiden la deseable DESINSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS PERSONAS. Por último, pidió que los servicios de salud mental articulen fórmulas para la ESCUCHA A LAS FAMILIAS, que pueden aportar mucho para la mejora de los pacientes, siempre dentro del respeto a la privacidad del paciente y cuidando el vínculo terapéutico con los profesionales de salud mental.

Jesús Abenza, médico de familia y vicepresidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SMUMFYC), denunció el enfoque excesivamente asistencialista adoptado por el sistema de salud en nuestra Región, muy centrado en lo sanitario y que olvida la prevención y la promoción en sus planificaciones, por lo que no tiene en cuenta los DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD a la hora de desarrollar estrategias poblacionales. Para corregir esto, Jesús remarcó la necesidad de un esfuerzo conjunto y transversal de todos los colectivos, profesionales y ciudadanos, que fomente la PARTICIPACIÓN COMUNITARIA mediante la intervención en los municipios y las zonas básicas de salud. Por último, recordó la PÉRDIDA DE ACCESIBILIDAD que está sufriendo la población con las nuevas vías de acceso a la Atención Primaria (teléfono, video-llamada, tele-consulta)

Juan Francisco Zapata, miembro de la Comisión de Salud Comunitaria de Molina de Segura, también reflejó la importancia de la PARTICIPACIÓN CIUDADANA en la gestión de la salud pública y compartió la experiencia de la creación del Consejo de Salud Municipal de Molina, donde se han venido trabajando políticas de salud que han revertido en el bienestar de la ciudadanía. Especialmente quiso insistir en la necesidad de TRANSPARENCIA EN LA GESTIÓN SANITARIA PÚBLICA.

Paloma Castillo, enfermera de Primaria, también insistió en la participación comunitaria y en la necesidad de desarrollar los CONSEJOS DE SALUD DE ZONA, donde la ciudadanía junto con sanitarios, docentes, autoridades municipales… detectarían las necesidades y las situaciones de inequidad en salud de la ciudadanía y las transmitirían a los Consejos de Salud de Área. Además, denunció el DÉFICIT E INESTABILIDAD DE LAS PLANTILLAS DE ENFERMERÍA EN PRIMARIA, víctimas de décadas de desinversión. También criticó la ESTRATEGIA REGIONAL SOBRE VACUNACIÓN COVID, que no ha tenido en cuenta a los profesionales de Primaria a la hora de planificar. Esta estrategia ha preferido lejanos mega-centros de vacunación frente a la proximidad de los Centros de Salud, al tiempo que no está haciendo llegar una adecuada información a los profesionales.

María Marín, diputada de Podemos en la Asamblea Regional, hizo hincapié en el necesario cambio a un MODELO PÚBLICO DE CUIDADOS SOCIO-SANITARIOS, para que algo tan importante como la salud de nuestros mayores no quede en manos de iniciativas privadas, movidas tan sólo por la búsqueda de beneficio. También recordó la solicitud presentada en Asamblea Regional, a petición de las familias de fallecidos, para crear una Comisión de Investigación sobre el discurrir de la pandemia en las residencias. Además, reivindicó que la Asamblea comience ya los trámites para aprobar la Ley de Residencias de Mayores, cuya proposición fue presentada el pasado mes de febrero, y que debe regular las ratios de personal y acabar con la actual precariedad de enfermeras, auxiliares, psicólogos, terapeutas ocupacionales, animadores y trabajadores sociales.

Juan Luis Chillón, sociólogo y miembro del Consejo Municipal de Salud de Molina de Segura, quiso insistir en la importancia de la participación ciudadana a través de los CONSEJOS DE SALUD, instrumentos concebidos para el encuentro de profesionales, políticos, representantes sociales y ciudadanía en general trabajando unidos para mejorar la salud de la comunidad.

Pedro Marset, médico y catedrático de universidad, explicó la Iniciativa Ciudadana Europea #Right2Cure – No Profit on Pandemic, que surgió hace un año para denunciar la gestión de la Unión Europea con las farmacéuticas y demandar mediante un millón de firmas, una VACUNA PARA CORONAVIRUS PÚBLICA Y UNIVERSAL.

José Luis Álvarez Castellanos, coordinador regional de Izquierda Unida – Verdes, resaltó la necesidad de un PACTO POLÍTICO para aunar esfuerzos contra el progresivo cambio de modelo sanitario que venimos presenciando, pero también para conseguir una inversión importante y continuada en los presupuestos regionales, sin cambios a corto plazo. También recordó la importancia de la participación ciudadana en Salud, y de que más allá de los Consejos de Área, dicha participación descienda hasta el nivel de CONSEJOS DE ZONA.

Además, denunció las tremendas DESIGUALDADES ENTRE ÁREAS DE SALUD, las cuales deberían ser subsanadas mediante inversiones en estructura de plantillas y en material. Y citó como grave ejemplo de esa desigualdad, el aumento de LISTAS DE ESPERA PARA CONSULTAS, PRUEBAS DIAGNÓSTICAS E INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS que el Servicio Murciano de Salud (SMS) ha sufrido con la pandemia, para lo que propuso un plan de acción bien estructurado para recuperar los estándares de tiempos de demora establecidos legalmente. Teniendo siempre como referencia la REDUCCIÓN DE LA PRIVATIZACIÓN DE LA ATENCIÓN SANITARIA  al mínimo imprescindible, tan sólo para afrontar prestaciones a las que la sanidad pública no pueda llegar.

José Luis insistió también en la importancia de los PUNTOS DE ATENCIÓN SANITARIA EN ENTORNOS RURALES Y POCO POBLADOS (consultorios periféricos, puntos de atención continuada), fundamentales si queremos un modelo de salud pública, cercano a las personas y basado en la acción comunitaria. Además, recordó la necesidad de mejorar dentro de la cartera de servicios del Servicio Murciano de Salud, la ATENCIÓN A LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO, la cual se sigue realizando en clínicas privadas y en ocasiones, con coste para la mujer solicitante.

Por último, exigió que la COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL PROCESO DE VACUNACIÓN arranque en la Asamblea Regional y se lleve hasta sus últimas consecuencias, para denunciar cómo altos cargos han recibido vacunas al margen del protocolo establecido al tiempo que la Región se sitúa comparativamente a la cola de vacunas administradas por autonomías, y se opta por la organización de grandes centros vacunales que deja de lado a los centros de salud.

José Ramón Cuevas, enfermero y colaborador del área de Salud de Compromís, compartió el proceso que se está llevando a cabo en la Comunidad Valenciana para revertir el modelo de gestión privada y concesiones tanto de la Sanidad como de los Servicios Sociales.

Remedios Piqueras, enfermera de Atención Primaria, recordó la importancia de la ATENCIÓN A PERSONAS INMIGRANTES, la necesidad de LIBERAR LAS PATENTES PARA CONSEGUIR LA VACUNACIÓN UNIVERSAL, y apuntó la POCA PRESENCIA DE LA ENFERMERÍA ESCOLAR EN LOS CENTROS EDUCATIVOS, que quizá se estén dedicando a otras tareas alejadas de las necesidades de los colegios

Todas las personas asistentes coincidimos en que ahora más que nunca es necesario un trabajo coordinado de todas aquellas que luchamos por una sanidad pública y universal. A pesar de que nos encaminamos hacia un modelo más privatizador, menos público y menos universal, la nueva composición de la Asamblea hace más necesario que nunca esta unión de empuje de la sociedad civil.

Es grave la instrumentalización política que se puede hacer de la pandemia – ADSP Región de Murcia en Onda Regional

Intervención de Mario Soler en Turno de Noche, Onda Regional de Murcia

En el Día Mundial de la Salud, Mario Soler intervino en Onda Regional como presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia (ADSP-RM).

En primer lugar, resaltó la prioridad nacional y también regional de incrementar la INVERSIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA, que ha sido la primera línea de actuación ante la pandemia y ante la mayoría de problemas de salud que afectan a la población.

También recordó que por desgracia, la pandemia ha afectado gravemente a la salud de la ciudadanía y ha sometido a graves tensiones al sistema sanitario, afectando de forma desigual a la población según su nivel socio-económico y AUMENTANDO LA POBREZA Y LAS DESIGUALDADES EN SALUD. Al margen de los efectos puramente clínicos, la crisis sanitaria ha castigado más a los ciudadanos de menor nivel socio-económico, y sus peores condiciones de vivienda o de trabajo han influido mucho en el número de contagios.

Desde ADSP hemos propuesto que se elabore un PLAN DE SALUD REGIONAL que tenga muy en cuenta el abordaje de estas desigualdades en salud y los determinantes sociales que las condicionan, puesto que la salud de la población no depende sólo de los servicios sanitarios, sino de forma más importante de las condiciones de vida de la gente.

Sabemos que las condiciones de vida y de trabajo determinan de forma considerable la salud de la población. La pandemia ha afectado gravemente a la salud de la ciudadanía de forma desigual, aumentando la pobreza y las desigualdades en salud.

Hemos propuesto también la COLABORACIÓN JUNTO CON LAS CONSEJERÍAS DE MEDIO AMBIENTE Y DE BIENESTAR SOCIAL, que pueden aportar mucho en la corrección de estas desigualdades. La persona anciana y frágil, que a menudo vive en una soledad no deseada, no sólo en residencias sino también en sus domicilios, requiere de una atención socio-sanitaria específica, con un programa específico para este grupo tan vulnerable cuya desprotección ha quedado en evidencia con la pandemia.

Además, esta pandemia ha generado el DESCUIDO DE OTROS PROBLEMAS DE SALUD que han coincidido con ella, y ha ocasionado el AUMENTO DE LOS TIEMPOS DE DEMORA para actos sanitarios importantes, con retrasos en especialidades médicas, operaciones quirúrgicas o pruebas diagnósticas, asignatura pendiente que hay que afrontar cuanto antes.

Otro reto que ha de plantearse el Servicio Murciano de Salud (SMS) lo antes posible según ADSP-RM es recuperar la PLENA ACCESIBILIDAD al sistema sanitario, la cual se ha visto limitada durante la pandemia. Alternativas como la llamada telefónica o la consulta telemática pueden ser a menudo equivalentes a la consulta presencial ante problemas menores de salud, trámites burocráticos o actos administrativos. Pero a pesar del enorme esfuerzo de los profesionales sanitarios por tratar de atender con la mayor calidad posible, es probable que la calidad de la atención en ciertas patologías se haya visto perjudicada. En ningún caso se debe eliminar la posibilidad de acceder a la consulta presencial, siempre que el ciudadano lo considere necesario.

Aunque las consultas telemáticas han permitido resolver un considerable volumen de problemas generales de salud, es preciso recuperar la plena accesibilidad al sistema sanitario para aquellas patologías que requieren consultas presenciales

Es preciso también hacer un balance de la GESTIÓN POLÍTICA durante la pandemia. Considerando las grandes y complejas dificultades a abordar, es cierto que las cosas se podían haber mejor. Por ejemplo, ha existido cierta descoordinación entre Salud Pública y el Sistema Asistencial (SMS). Asimismo, el programa de vacunaciones debe ser mejorado y acelerado, con criterios de equidad. Son asignaturas pendientes que revisar.

Mario Soler también remarcó que las controversias entre autonomías y partidos así como los movimientos políticos de las últimas semanas en la Región de Murcia han sido perjudiciales para la gestión de la pandemia. La INSTRUMENTALIZACIÓN POLÍTICA de la pandemia sólo dificulta el trabajo para superar esta grave situación. Nuestra asociación se muestra indignada con las preocupantes declaraciones de la consejera de Educación, que generan miedo e incertidumbre en la ciudadanía, con mensajes procedentes del propio gobierno de la Región que producen confusión. Además, el Consejero de Salud ha eludido valorar esas declaraciones argumentando que “la vacunación es voluntaria, y esa consejera hace uso de su derecho individual”, lo cual confunde aún más a la ciudadanía y genera dudas a la población sobre la eficacia y la seguridad de la vacuna, declaraciones inoportunas para el éxito de la campaña de vacunación.

Al respecto de la CONTROVERSIA SOBRE LA VACUNA, Mario Soler recordó que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha confirmado que la relación beneficio-riesgo es favorable a la vacuna. Efectivamente existen esporádicos eventos de trombosis en localizaciones muy infrecuentes. Es posible que este riesgo, aun siendo mínimo, pues afecta a mujeres menores de 60 años, reoriente el uso de la vacuna. Pero con los datos disponibles, podemos creer que las tres vacunas son seguras y eficaces; aunque son medicamentos, y todos los medicamentos tienen efectos adversos, en este caso un episodio casi cada millón de dosis.

Una lección que debemos aprender como sociedad es que “lo público es la respuesta a todas estas necesidades de grupos sociales vulnerables y desfavorecidos”. Y que por tanto, los servicios públicos, lejos de estrategias fáciles de concertación y privatización de servicios sanitarios, deben estar a la altura de estas necesidades de salud. Por desgracia, la saturación de la sanidad pública está incrementando el aseguramiento privado entre la ciudadanía porque el sistema sanitario no está sabiendo responder adecuadamente a las necesidades de salud de muchas personas.

Antes de terminar, quiso tener presentes a los PROFESIONALES SANITARIOS, cuyo esfuerzo y sacrificio ha permitido afrontar las sucesivas olas con niveles adecuados de asistencia y calidad hacia los pacientes. A menudo a costa de turnos de trabajo muy exigentes, y con niveles altos de ansiedad, depresión o insomnio.