Mesa Redonda: Sanidad Pública, pobreza, equidad y pandemia

ABRIL 2021. Bajo el título de “Pobreza, equidad y pandemia”, esta Mesa Redonda celebrada en formato on-line y de participación abierta, nos permitió conversar con profesionales sanitarios, con miembros activos en estructuras de participación ciudadana, con colectivos de pacientes y sociedades científicas, con representantes de partidos políticos y organizaciones sindicales… sobre los retos a los que se enfrenta la Sanidad Pública murciana.


En un PRIMER BLOQUE, Juan Antonio Sánchez (@Juanssmf) presentó nuestro informe “MURCIA, ENFERMA DE POBREZA“, el cual recogía ya en 2019 la deficitaria situación de salud en la Región:

  • Una ESPERANZA DE VIDA inferior a la media nacional.
  • Una cantidad de AÑOS DE VIDA SALUDABLE inferior a la media nacional (63,2 frente a 55,6 años).
  • Unas TASAS DE MORTALIDAD por enfermedad cerebrovascular o por enfermedad isquémica del corazón ajustadas por edad superiores a las cifras nacionales
  • Una elevada prevalencia de SOBREPESO tanto en población adulta (44,9) como en población infantil (25,7) que superan ampliamente la media nacional.
  • Una creciente TASA DE POBREZA que cada vez se aleja más de la tasa nacional (30,1% en Murcia frente a 21,6% en España en 2017), y que es una condicionante general para muchos indicadores de salud.
  • Curiosamente, un GASTO PÚBLICO SANITARIO por habitante superior en Murcia al del conjunto del Estado (1552,6 frente a 1379,6 euros en 2016), pero con un menor gasto en Atención Primaria que en Especializada de forma marcada (13,7% frente a 62,9% en 2016).
  • Unas enormes diferencias en ACCESIBILIDAD a consultas externas o pruebas diagnósticas según el área de salud o la ciudad en que viva el paciente. De tal forma que en áreas 2 y 3 de salud las demoras pueden llegar a quintuplicar las cifras de otras áreas.
  • Un GASTO DE FARMACIA en recetas también muy elevado.

Como resumen de situación, podemos afirmar que aunque hay un elevado gasto sanitario regional desde las transferencias sanitarias, éste no consigue mejorar la situación regional de salud, explicada por dos factores: una inversión focalizada en el sistema hospitalario, el gasto farmacéutico y la alta tecnología; y unos negativos indicadores socio-económicos regionales.

Nuestro informe ofrecía 60 propuestas estructuradas en 7 ejes para la mejora del sistema sanitario regional murciano:

  • la necesidad de un gran pacto político a favor de la sanidad pública
  • la gestión eficiente con presupuestos realistas
  • la integración de lo sanitario, lo social y lo medioambiental
  • un sistema centrado en la atención primaria
  • el cuidado de los profesionales sanitarios y las condiciones del trabajo que realizan
  • la participación ciudadana y la transparencia para buscar la mejor respuesta a los problemas y necesidades de los ciudadanos
  • la gestión de innovación y tecnología a incorporar al sistema con criterios de rentabilidad pública y seguridad del paciente

En un SEGUNDO BLOQUE, Carmen Nicolás resaltó el importante trabajo de las enfermeras durante la pandemia, asumiendo desde su capacidad técnica y su generoso compromiso con la sociedad, la principal carga de trabajo y contacto con los pacientes.

Nuestro sistema de salud se encontraba muy debilitado y necesitado de enfermeras como consecuencia de los recortes llevados a cabo. En la Región partíamos de forma previa a la pandemia de una desfavorable situación, con excesivas RATIOS ENFERMERA/PACIENTE, variables entre 1367 y 1823 tarjetas por enfermera de Primaria, cuando las cifras aconsejables son 1500 usuarios en Primaria, 6-8 pacientes ingresados en hospital o 2 pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos.

Asimismo, el actual MODELO HOSPITALOCENTRISTA necesitaba ya cambios para transformar su paradigma de cuidados hacia otro más preventivo, comunitario y proactivo. Para ello, son precisas intervenciones comunitarias, familiares y en domicilio, dirigidas a la autonomía del paciente y no a la dependencia. Y en este sentido, surge el papel imprescindible de la enfermera comunitaria.

Y entonces, las grandes CARENCIAS DE CUIDADOS de la población fueron puestas de relieve durante la pandemia, especialmente aquellas relacionadas con los mayores. Las profesionales sanitarias en residencias, durante la primera ola en la primavera de 2020, no disponían de equipos de protección individual (EPIs) y las personas residentes quedaban excluidas de las derivaciones hospitalarias de manera generalizada. Muchas residentes estuvieron incomunicadas con el exterior y con sus familias durante semanas.

Las deficiencias estructurales y de recursos del sistema, como la ausencia de planes de contingencia, la exclusión de las residencias del acceso a la Atención Primaria, la descoordinación entre Salud y Política Social, entre Autonomías y Ministerio, entre Primaria y Hospitales, la precariedad endémica, la falta de previsión y el retraso en actuaciones… generaron un inaceptable DESAMPARO DE LOS MAYORES en las residencias, como recoge el informe La Otra Pandemia de Amnistía Internacional.

El sistema de asistencia socio-sanitaria necesita una serie de cambios que redirijan las políticas de atención a nuestros mayores:

  • El imprescindible CAMBIO DEL MODELO RESIDENCIAL mediante la potenciación de la red pública, ya que actualmente más del 70% de las residencias pertenecen al sector privado. También es preciso el refuerzo de personal y la mejora de condiciones laborales en residencias. Llama la atención que no exista obligatoriedad de contar en residencias con enfermería durante turno de 24 horas.
  • La adecuada COORDINACIÓN ENTRE CONSEJERÍAS de Salud y de Política Social, que ha sido solventada con soluciones parciales durante pandemia: la formación de la CORECAAS, que solucionó brotes y otros problemas en residencias; la coordinación entre hospital y residencias del área 6 gracias a un equipo geriatra-enfermera; o las experiencias de enfermería en área 4 (Noroeste) en el manejo de brotes en residencias.
  • La verdadera ATENCIÓN UNIVERSAL para los mayores en residencias. Es preciso recordar que, como en el resto de la ciudadanía, existe un médico de familia adjudicado a cada anciano en residencia. La Residencia debería ser considerada como un domicilio, donde habitan un 70% de incapacitados para salir (que tendrían que recibir por tanto una asistencia a domicilio por parte de su médico y su enfermera de Primaria) y un 30% independientes que pueden y deberían acudir al Centro de Salud.

En un TERCER BLOQUE, Mario Soler (@TorrojaMario) compartió un primer borrador de lo que serían nuestras PROPUESTAS PRIORITARIAS EN DEFENSA DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO PARA EL PRÓXIMO BIENIO 2021-22, para abrir el debate y confeccionar entre todas las asistentes la hoja de ruta de la asociación.

Consideramos que las principales propuestas de nuestro análisis previo siguen plenamente vigentes:

  • un PACTO POLÍTICO en la Asamblea Regional por un sistema sanitario público universal
  • unos PRESUPUESTOS anuales realistas que acaben con el déficit estructural de todos los años
  • un sistema sanitario que pivote en la atención primaria y la salud pública, que tenga muy en cuenta los DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD, con una visión integradora de lo sanitario, lo social, lo salubrista y lo medio-ambiental
  • un PLAN DE SALUD REGIONAL dirigido a disminuir estas desigualdades, que priorice la atención a grupos más vulnerables, que oriente las inversiones hacia lo que genera salud y evite gasto ineficiente, y que coordine y dé coherencia a todos los planes y programas de la Consejería y Servicio Murciano de Salud con transparencia para profesionales y usuarios
  • una mayor INVERSIÓN EN PRIMARIA que distribuya recursos con criterios de equidad según necesidades y características de la población atendida, que adecue plantillas a ratios de 1250 usuarios por médico, 1250 usuarios por enfermera, y una trabajadora social por Centro de Salud
  • una mayor INVERSIÓN EN SALUD PÚBLICA con mejor coordinación con el SMS, con estructura en cada área de salud, trabajando en estrecha colaboración con Primaria para definir planes específicos, grupos vulnerables, y estrategias de prevención y promoción
  • un ABORDAJE SOCIO-SANITARIO de los problemas de salud, teniendo en cuenta el incremento de la pobreza, las desigualdades y la atención a grupos vulnerables, disponiendo de una trabajadora social en cada centro de salud, pero dirigida a la coordinación con Primaria y los servicios municipales
  • la promoción de la PARTICIPACIÓN COMUNITARIA, para recuperar los consejos de área que han dejado de reunirse, y para el desarrollo de nuevos consejos de salud que permitan la participación real en la toma de decisiones de ámbito municipal y/o por zona básica de salud
  • el fin de la PRECARIEDAD LABORAL y la temporalidad estructural en los profesionales sanitarios para mejorar las condiciones laborales y de seguridad en el trabajo. Para ello, será precisa la consolidación de las plazas creadas con la pandemia, puesto que en realidad cubrían déficits históricos. También evitar los contratos encadenados de días y semanas, especialmente en enfermería, y en su lugar, ofertar contratos estables al finalizar MIR, EIR y PIR. Así como la mejora en la prevención de riesgos laborales

Al mismo tiempo, reconocemos nuevas necesidades surgidas con la pandemia:

  • La atención socio-sanitaria a PERSONAS MAYORES FRÁGILES VULNERABLES: un sistema de ayuda social rápido y flexible que dé respuesta a problemas urgentes; la verdadera coordinación socio-sanitaria; la mejora de la atención domiciliaria desde Primaria; la atención al final de la vida en domicilio; y un plan específico para abordar la atención sanitaria en residencias
  • La mejora de la ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL, aumentando los recursos para reducir tiempos de espera y conseguir respuestas ágiles y rápidas, e incrementando plazas de psicólogos para tratar de no medicalizar en lo posible problemas de salud mental
  • La recuperación de la atención a ENFERMOS CRÓNICOS y a pacientes en lista de espera, descuidados por la pandemia.
  • La recuperación del pleno derecho a la ATENCIÓN PRESENCIAL en consulta por decisión de los pacientes. Dicha presencialidad no debe estar condicionada por decisión de los profesionales. Pero al mismo tiempo, hemos aprendido que hay otros modos de consulta virtual que pueden resolver problemas de salud (telefónica, telemática o por vídeo) y que deben ser desarrolladas con la adecuada formación a los profesionales en estrategias de comunicación.
  • La mejora del programa de VACUNACIÓN ANTI-COVID19. Para ello, serán precisas mayor información a profesionales y población general, mayor transparencia, mayor implicación de los centros de salud sin necesidad de grandes recintos, mayor antelación en citas, mayor accesibilidad a centros de vacunación. En este sentido, apoyamos la iniciativa Right2Cure para conseguir la vacunación universal.
  • La aplicación y el desarrollo pleno de la LEY DE EUTANASIA en la Región. Se trata de un nuevo derecho sobre el que habremos de estar vigilantes, en primer lugar creando la comisión de garantía de profesionales.

Propuestas para la campaña de vacunación COVID-19 en la Región de Murcia: equidad y transparencia, con eficacia y cercanía

30 ABRIL 2021. La vacunación contra la COVID-19 es la campaña de vacunación a nivel mundial más importante de la historia reciente, ha supuesto un éxito científico y técnico en un tiempo récord y está colaborando a disminuir la incidencia, reducir las muertes y a vislumbrar la recuperación de la normalidad en los próximos meses.

Antes de iniciarse las vacunaciones en diciembre de 2020, en una nota de prensa de nuestra Asociación aconsejamos a los ciudadanos que se vacunaran y propusimos una campaña universal, con transparencia y equidad y con participación ciudadana. Si bien las primeras actuaciones fueron ejemplares, fijando la prioridad en ancianos y trabajadores de residencias y en profesionales sanitarios, hubo aspectos en nuestra Comunidad Autónoma que rompieron la equidad y la transparencia, con privilegios y personas vacunadas fuera de la lista de prioridades que aún no han sido suficientemente aclarados y están pendientes de investigación por una Comisión de la Asamblea de la Región de Murcia.

Nos encontramos en una fase clave y es necesario acelerar al máximo el ritmo de vacunación. Se trata de una campaña muy compleja, con cuatro vacunas aplicándose de forma simultánea, con diferentes condiciones de conservación y transporte, con cambios en los grupos de edad para una de las vacunas y con una programación que cambia en base a la disponibilidad del número y tipo de vacuna. Se ha de vacunar a cientos de miles de personas con rapidez y en condiciones de seguridad para evitar contagios.

Manifestamos nuestro reconocimiento a los profesionales de Salud Pública de la Consejería por el gran esfuerzo que están realizando en estos meses de campaña procurando la mejor organización posible y por la profesionalidad que han demostrado desde hace más de un año, con la información epidemiológica detallada de la COVID-19 por municipio y por zona de salud, actualizada de forma continua, superando en calidad y detalle la de la mayoría de Comunidades Autónomas.

En esta fase de incremento de la vacunación, la logística se complica y se ha optado desde Salud Pública de la Consejería por vacunaciones masivas, centralizadas inicialmente en 8 puntos, tratando de aumentar el ritmo. Por contra, se informa a las personas a vacunar de forma a veces precipitada e inadecuada y a muchos miles se les vacuna en centros muy alejados de su domicilio, frecuentemente en otro municipio muy mal comunicado y en ocasiones con largas esperas de pie aún en condiciones climáticas desfavorables.

Quedan muchas semanas y mucho esfuerzo hasta llegar al objetivo del 70% de cobertura vacunal y desde la Asociación proponemos cambios y mejoras que consideramos necesarios:

  • Una mayor coordinación entre Salud Pública y el Servicio Murciano de Salud, consiguiendo que los Centros de Salud dispongan de información concreta y actualizada que puedan transmitir a los miles de ciudadanos que preguntan diariamente.
  • La campaña debe pivotar y sostenerse en la estructura pública sanitaria de los Centros de Salud, de las enfermeras de atención primaria, contando también con los servicios hospitalarios donde se atienden pacientes en los grupos de riesgo definidos para vacunarse prioritariamente.
  • Acercar el máximo posible la vacunación al domicilio de residencia, en especial a los grupos de edad más avanzada, contando con la colaboración de las entidades locales, que están mostrando una actitud y disposición de colaboración excelentes. Mejorar la accesibilidad y con ello las coberturas debe ser una prioridad. Vacunaciones en todos los municipios con mayor población y siempre con mecanismos flexibles, con opción a vacunarse en los Centros de Salud siempre que haya dificultades de desplazamiento.
  • Ofrecer información del plan individual de vacunación con la mayor antelación posible, confirmando las citas mediante llamadas telefónicas.
  • Contar con la participación de los ciudadanos. Consideramos urgente la convocatoria de los Consejos de Salud de Área para la rendición de cuentas de las autoridades sanitarias y la presentación de propuestas de la ciudadanía y los ayuntamientos.
  • No olvidar el carácter de universalidad de esta campaña, abarcando a toda la población residente en la Región de Murcia, incluyendo a la población inmigrante en situación no regularizada. A su vez es preciso tomar conciencia colectiva de la necesidad de vacunación a nivel mundial y de apoyar iniciativas como la europea “Derecho a una Cura” (Right to Cure) a la que invitamos a adherirse.

Es imprescindible continuar con la vacunación de manera rápida, con equidad y transparencia, aprovechando todos los recursos públicos disponibles, resaltando la importancia de la red de Centros de Salud, con participación de gobiernos municipales y asociaciones ciudadanas en Consejos de Salud de Área. Es necesario sumar a la eficacia la cercanía y lograr una actuación coordinada de toda la red sanitaria pública. Solo de esta manera estará garantizado el éxito de la vacunación, con un incremento de la cobertura y favoreciendo una actitud generalizada de colaboración y tolerancia.