DICIEMBRE 2020. Recuperamos la interesante participación de Juan Antonio Sánchez @Juanssmf (ADSP Región de Murcia) y Teresa Martín @matete100 (Usuarios Sanidad Murcia) como representantes de MAREA BLANCA REGIÓN DE MURCIA en el programa A Vivir Salud de @SER_Murcia. Los contenidos de la conversación, a propósito de la Nota de Prensa emitida para demandar mayor inversión regional en Sanidad Pública, siguen estando de plena actualidad.
La Marea Blanca surgió hace una década como movimiento unitario de ciudadanos y profesionales, sociedades científicas, sindicatos profesionales y representantes políticos, para hacer frente a la privatización del sistema sanitario y defender la sanidad pública como garantía de justicia y equidad para los ciudadanos. Era una época de políticas agresivas de privatización sanitaria, de construcción de hospitales de gestión privada, de disminución de gasto sanitario y de recortes de profesionales y recursos. Siguiendo el ejemplo de Madrid y otras autonomías, en Murcia se fue conformando una red de colectivos en defensa de la salud de la población que realiza su primera concentración en febrero 2013, y que en la actualidad, reúne a más de 50 asociaciones y plataformas.
Los recortes en Sanidad matan
Este clásico lema de Marea Blanca quiso denunciar el progresivo adelgazamiento del presupuesto sanitario experimentado en los últimos diez años, el cual se notó especialmente en Atención Primaria y en Salud Pública. El gasto en salud del período 2006-2008 fue del 7.5% de PIB, mientras que la cifra descendió dramáticamente en 2015 al 5.8%. Y aunque lo percibíamos de forma puntual cada invierno durante las epidemias de gripe, ha sido ahora en momentos de crisis sanitaria cuando hemos sufrido las consecuencias de esta reducción de recursos.
A esto habría que añadir el Real Decreto 16/2012 que atacó la universalidad del derecho a la salud en nuestro país (ver informe del Observatorio sobre Exclusión Sanitaria Región de Murcia de 2015, en el que participan ambos colectivos, ADSP y Usuarios de Sanidad), instaurando una exclusión sanitaria para determinadas personas y colectivos, y extendiendo además el copago sanitario a nuevas prestaciones y grupos de población.
En 2015, desde Marea Blanca conseguimos colocar la Sanidad Pública en la agenda política mediante artículos, charlas, concentraciones y hasta debates electorales con los partidos políticos. Así, antes de las elecciones autonómicas de 2015 y 2019, ofrecimos a firmar a los principales partidos un documento de compromisos y acciones, entre ellas, la necesidad de estructuras fuertes de Salud Pública en las áreas (todavía en los presupuestos aprobados para 2020, sólo se asignaron a Salud Pública 27 millones) y la necesidad del refuerzo de la Atención Primaria de Salud (todavía hoy nos faltan tres centros de salud aprobados y sin construir, y seguimos por debajo de la media nacional en ratios de enfermería y médicos por paciente). Lamentablemente, los dos partidos que no firmaron estos compromisos son los que gobiernan actualmente la Región.
Hace unos meses, Marea Blanca intervino en la Comisión de Reconstrucción Social de la Asamblea Regional, aún estamos esperando sus conclusiones. Allí les pedimos colaboración entre los partidos, puesto que nos estamos jugando el bienestar de toda la población. Les pedimos prioridad en salud, educación, política social o economía, y les urgimos a apoyar la atención Primaria, ya que su desbordamiento supondría la quiebra del sistema sanitario como lo conocemos actualmente.
“Nos creíamos que teníamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo”
Algunos indicadores de nuestro sistema sanitario son muy valorados por otros países, como una estructura de asistencia hospitalaria de gran calidad bien coordinada con una estructura de Equipos de Atención Primaria que disponen de una extensa cartera de prestaciones. Sin embargo, otros indicadores han ido progresivamente empeorando como la infradotación de plantillas (en parte causada por la no renovación de plazas de profesionales jubilados en los últimos 3-5), o el aumento de temporalidad en forma de sustitutos e interinos.
En cualquier caso, con estos y otros recortes, el sistema llegaba a atender con dificultad las necesidades “normales” de la población. Si añadimos el cambio acontecido en los últimos 30 años en la estructura de la población, progresivamente más anciana y con más problemas de cronicidad, los recursos disponibles eran claramente insuficientes. Y finalmente, la crisis pandémica llevó al sistema a superar su límite con carencias de materiales básicos, como equipos de protección individual para profesionales, o con ausencia de protocolos sanitarios para catástrofes. Para una crisis como ésta, ya no éramos uno de los mejores sistemas del mundo.
Desde Marea Blanca, ya en 2016 solicitamos una Comisión de Investigación sobre Sanidad en Asamblea Regional, no para buscar una investigación judicial sino para realizar un análisis por parte de los parlamentarios sobre la situación del Servicio Murciano de Salud y poner en marcha soluciones a los distintos problemas. Se puso en marcha pero por desgracia no existía voluntad real, y quedó en el olvido.
“Debemos caminar unidas porque la Sanidad Pública es de todas las personas, sin importar la opción política”
Durante los primeros meses de la pandemia, Marea Blanca ha sido prudente, mostrando un apoyo responsable aunque crítico a la administración sanitaria, posicionándose junto a las autoridades y apoyando sus medidas porque comprendíamos que era una situación muy dura que nos había sorprendido a todos. Pero ese carácter crítico, que incluía la exigencia de transparencia en las decisiones y medidas adoptadas, nos mueve ahora a reivindicar actuaciones en aspectos claves para el próximo año 2021. Es el momento de denunciar situaciones persistentes de clara inequidad en la Región, como las graves diferencias en acceso a consultas médicas o pruebas diagnósticas entre áreas como Lorca y Murcia (ver sección Informes ADSP).
Queremos exigir, con prudencia y responsabilidad, el carácter público de la sanidad para poder blindarla con presupuestos reales que permitan su mejora, conseguir consolidar plantillas, y mejorar la participación de la comunidad en el sistema sanitario. En este sentido, es un ejemplo de participación la Comisión de Salud Comunitaria de Molina de Segura, donde ciudadanos y profesionales trabajan juntos detectando carencias y proponiendo soluciones para mejorar la salud de la población molinense.
Pero el camino de la concienciación social, para conseguir que los ciudadanos exijan a los políticos un cambio en la gestión sanitaria, se ha complicado con la pandemia. Ya no es posible convocar grandes manifestaciones y hay que encontrar nuevas formas de denuncia y reivindicación. En este nuevo escenario, optamos por pequeñas concentraciones que conciencien a la población y transmitan cómo reorientar la inversión sanitaria y los recursos del sistema hacia las prioridades reales de la ciudadanía.
Entre estas prioridades, es fundamental conseguir la unidad de todas las personas bajo la máxima de que la sanidad es de todas, independientemente de su opción política. También es clave reactivar el Plan de Salud Mental de la Región, paralizado en pandemia cuando más necesidades de salud mental está presentando la población. Y por supuesto, aprobar unos presupuestos ajustados a la realidad de pandemia que vivimos, enfocados a la mejora de la Primaria y la Salud Pública para reducir la incidencia de COVID19, para garantizar los profesionales necesarios en Primaria, para reenfocar sus actividades hacia la comunidad, y para mejorar la asistencia sanitaria que se ofrece en los centros socio-sanitarios (de mayores y de otras personas dependientes).
Todo esto nos va a permitir mejorar la calidad de vida y revertir las desigualdades de la población en la Región, las cuales se han acrecentado durante la pandemia. Y en este camino de reinvindicación, el espíritu de la Marea Blanca y sus muchos colectivos reunidos no es sólo denunciar sino hacer propuestas de mejora para que los responsables políticos de la salud regional nos escuchen, las presupuesten y se pongan en marcha.